martes, 19 de marzo de 2024

 Navega este poema 
sin cartografía náutica alguna,
va esquivando atolones a la deriva,
entre aguas azotadas por tormentas
y zarpazos de las arpias 
que salen en las horas de nocturnidad 
agitando la quilla 
de ese barco embebido de ron 
y de angustias
que se desliza
por el pensamiento alambicado,
que sirve de coraza dura 
al poeta de horas muertas,
ese que hiere el alma de la escritura
con cosas que no van ni vienen
a los amantes de la cultura,
esos que son capaces de ver en la luna,
algo más de lo que explica 
de una forma muy científica 
la física más estricta.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

lunes, 18 de marzo de 2024

POESÍA: ABRÍ UN LIBRO

 Abrí el libro que entre mis manos descansaba
por una de sus páginas
y de él salían perros, gatos y ratas.

Salían  cardenales y catedrales
y recónditos lugares
que parecían extraídos 
de bellos retazos de postales 
de épocas pasadas.

No había personaje alguno
 asomando entre líneas
  ni en nada se esperaban.

Todo estaba
del color del infierno
para cuando se quema 
leña de carrasca
y con ella se hace carbón 
para calentar el interior de las casas.

Aquel lugar 
de aquel libro encantaba,
por sus paisajes y estatuas,
por sus paseos preparados 
para que pasaran cuadrigas romanas.
¡Victoria! 
Napoleón, 
clamaba,
desde lo más alto del Arco Triunfo del Carrusel,
donde los lisiados meaban y cagaban.

Todo era en aquella tarde
de mudanzas,
zumos de limón
y de horchata,
para aquietar los calores,
mientras se ojeaba 
un baúl de recuerdos
que descansaban 
en una vieja estancia. 

Se contemplaban 
entre montañas de quincalla,
 ruinas y catacumbas
bajo la tierra excavadas,
cerca de la Vía Apia,
con el ánimo de escapar 
de certeras razias.

Solo el aliento de quienes 
buscan en el pasado 
el presente que les falta,
es capaz
de hacer despuntar en el alba,
 las alas de las palomas,
para cuando el cielo se llena
de esa  luz
que igual que llega se marcha
y es que es verdad 
que para marzo 
los días se alargan,
un poco más cada mañana.

En Roma sepan que tiene puesto,
 mantel, mesa y pila santa,
quien se sabe tocado
 por la gracia, 
de sin decir nada,
solo los ojos 
en este recorrido mandan, 
ver cómo emerge un vergel
de lindas estampas,
con poco más 
que dar una vuelta 
a una manzana.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

El poema tiene que ver con un viaje Roma realizado hace muchos años. Así se recogen impresiones en este poema relacionadas con antigüedades y monumentos y  con la lectura de un libro de poesía de Rafael Alberti. De esta forma el poema sale condicionado por esas dos circunstancias. 

POESÍA: HELADO ESTABA

 Todo lleno de gente,
todo estalla,
las luces de las farolas apagadas,
el viento que pegaba,
las nubes que se estancaban,
el sol hiriente ni mataba, ni sabía
lo que hacer en aquella mañana,
ahora jugaba,
ahora se escondía,
ahora se abrazaba
a una botella de mistela 
mientras le caía la baba.

Miraban los gatos 
las sombras que por una calle pasaban,
ladraban los perros,
caía una colilla apagada 
sobre el toldo de una terraza,
gemía un anciano
y es que le dolía la espalda,
se fundía en besos 
un capitán de fragata 
y una bella azafata.

Cuentan las horas, 
los segundos pasan,
el reloj da vueltas,
la cabeza de un pez es chata,
tiene branquias y escamas 
y aletas y una mirada 
que por mucho que se diga 
no es humana.
Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: AVANZA LA FIESTA

 Leyendo me entretengo 
y no es locura 
el pensar que muriendo
entre las páginas 
de un libro de versos
renaces en forma de poema
a poco que sueñes 
que en tu interior brotan, 
gratas palabras hermosas,
variados amores, 
desquiciantes preguntas
 y un montón de cosas
que bien ordenadas sirven 
para hablar de aquello que importa.

Ahora mismo pasa
que la mañana avanza,
que no hay mal de amores,
que se consuelan los corazones 
con canastillas de flores,
que se ponen a una Virgen
en mitad de una plaza, 
en señal de cariño 
de quienes por delante de ella pasan
y sin hacer más preguntas 
ofrecen sus ramos 
para que se vista cuerpo y manto
de quién es de la ciudad de Valencia 
la madre de todos los valencianos.

Y todo esto si no se cuenta queda
en los suburbios 
de unos barrios bajos
donde habita la desmemoria
y con ello la fiesta 
se convierta en otra cosa.

Ya  suena la tranca
ya se van al aire exclamaciones,
que ensalzan el clamor popular 
de quienes 
pasean por las calles
y se llenan de los mil sabores 
de una ciudad abierta,
con mar y río
y una huerta 
donde las naranjas y limones
sacian las apetencias de medio orbe

Autor: José Vicente Navarro Rubio

domingo, 17 de marzo de 2024

POESÍA: DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

 No me sé triste, 
nadie me enseñó a ser triste,
la tristeza se ve 
en los ojos de los peces 
cuando caen en la cesta 
del pescador furtivo
que usando de su destreza
alimenta sus salvajes instintos.

Yo vi a una vaca en un matadero 
relamer, antes de su muerte, 
a su hijo,
y comprobé con mi mano 
en forma de latiguillo,
como se mata a un conejo 
mientras este te  mira 
con muestras de mimo. 

Yo he visto a cerdos morir 
con la garganta atravesada 
con un cuchillo 
mientras masticaban 
un trozo de pan sabroso y nutritivo.

Se de la muerte por exterminio,
 de cientos de millones 
 de gorriones, 
¡pobrecitos! 
por culpa de Mao Tse Tung 
que los hacía responsables 
de su infortunio,

y he comprobado con mis ojos 
como se aporrea a las focas
con tal de hacer  con su piel
vistosos abrigos
con que quitarse el frío.

He visto engordar 
a  ocas y patos
 con comida proporcionada 
a través de embudos 
para que su hígado se hiciera
 más grande y nutritivo,

He visto ametrallar a elefantes 
por culpa 
de unos dichosos colmillos
 y arponear  a ballenas
 casi por motivos deportivos,
el ámbar y la grasa 
proporcionando pingües beneficios.

pero lo que más duele
 es el asesinato de seres humanos, 
ayer leí 
que a un padre
le habían asesinado
a sus  hijos,
 y decía este ser bendito:
Y a mí ahora quién me llamará papá.
Y esto si que sirve para poder  decir 
que estoy triste y que hay  motivos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio
 Déjame entrar poema dentro de ti,
déjame ver cómo te va
en este día mundial de la poesía
tan en todo llena de sensatez.

Déjame asomarme a ese caudal 
de versos que corren libres,
dejame sentir a Jorge Guillén.

Quiero ser el dulce de caña
en los ecuadores de la vida,
asomarme si pudiera ser
entre sueños y palabras aceleradas,
a esos paraísos
 de Vicente Aleixandre,
tan llenos de sensatez.

Quiero al menos aprender
de Blas de Otero,
a controlar la angustia metafísica
y no ser pez
en una pecera
donde la vida es
dar de firma obsesiva 
 vueltas a una esfera.

Con José Hierro quiero coger 
a la vida del brazo
 y con ella correr
hasta allí donde se puede aprender 
a ser más sociable de lo que somos 
en un principio.

Me gustaría comer con ese poeta 
Federico García Lorca,
que se fue cosido a balazos,
todavía sin saberse
 el por qué, 
y donde su cuerpo
 se pudo esconder.

Y así con Miguel Hernandez
quisiera cantar 
una nana a la mañana,
 antes de que llegue el atardecer
y con la noche 
tañan las campanas
horas de frío y de poder  querer.

No quiero ni debe ser,
 que de la familia  Panero
no diga nada, 
fueron tres,
 Leopoldo, Michi y Juan Luis,
ellos
saben lo que es padecer,
de la locura 
y excesiva lucidez,
aroma de poemas,
café, tila, mate o té,
grandes páginas de ellos
se pueden leer.

y si me olvido sin querer
que no sea de ninguna mujer,
Rosalía de Castro y olé
 Idea Vilariño  y olé 
 Alejandra Pizarnik y olé 
Alfonsina Storni y olé 
Gabriela Mistral y olé 
Piedad Bonnett y olé 

Y si hablamos de poetas
de esos
 que por ahí en las librerías
se ve, 
que sepan ellos que pueden ser,
Alfonso Reyes, Vicente Huidobro,
 Jorge Luis Borges, Manuel Bandeira,
 Pablo Neruda y Jaime Torres Bode,
Siete y ¿Qué?
Mil más 
se puede coger 
a través del ojo de un buey

Muchos poetas son,
ellos y ellas,
 todos a la vez
haciendo grande un día 
en que la poesía por ella sola 
se sirve para encender 
la luz con la que la luna 
se deja ver.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: UN MAL FIN

 ¿Puedo estar triste?
Algo me dice que si,
que la muerte 
no se puede comprimir 
ni convertir,
en un algo diferente 
a un no vivir.

Con la muerte encima 
es mejor morir 
que verte con la muerte encima 
y tú vivo 
y a alguien querido 
que se va en un partir,
del cual regresar
 es no más estar por aquí.
En Gaza muere
población civil
a la misma velocidad 
que cae un proyectil,

dura más un rezo que un morir,

Ojos vacíos enseñan a decir,
que con la muerte no se juega
y que en esto de dejar de existir 
todo es algo 
que no se puede predecir .

Ayer leí 
que un padre 
a quien sus tres hijos 
le acababan matar
en un acto vil
no dejaba de decir,
¿ ahora quién me dirá papá?
y el alma se me vino a partir

Poesía dime tú a mí,
¿si puedo estar triste
 o debo estar feliz?

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: POEMA AL VIENTO


Al viento que rompe,
al viento que no es nada,
solo al viento que llega
y al viento que pasa.

Al viento de los días,
de las horas
y de las semanas,
al querido viento,
al que azota mi cara,
al que levanta las faldas,
al que alivia los calores
de los cortados de cañas

 y  segadores de trigo, centeno  y cebada

Al viento que me ilumina,
al que a la noche acompaña,
al que se levanta con el alba,
al que socorre a los peregrinos,
al que ahuyenta a la manada
de lobos en la sierra,
de ladrones en las casas,
al viento que se come los silencios,
al viento que se lleva las tristezas,
al viento que acerca las carcajadas.

Al viento de los besos
y si al viento se llama
que venga el acompañado de razones,
no quiero ni metralla ni dagas,
que el viento solo juega a pasar
y saludar para cuando
con la mirada se le acompaña.


Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: UN PRONTO EN UNA POESIA

 Por un pronto no pasa nada,
un pronto es un eructo,
una palabra más alta que otra,
es una situación,
ella sobrevenida,
un desliz es algo que no se avisa,
que llega y se queda
como una peca diminuta,
la amistad es diferente,
siempre hay para respuesta,
a una pregunta,
en eso estamos en contestar,
así las cosas se hacen más sencillas,
vibra en ello una chispa,
aquí no se avecina
más tormenta
que aquella
que el hombre del tiempo, avisa,
últimamente son señoras y señoritas
las que en los rotativos nos dan las noticias
y a buenas caras 
sean así todas de excelente caldo  las uvas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

sábado, 16 de marzo de 2024

POESÍA: Y DIJO EL POETA

 Y dijo el poeta
 pregunten por mi 
cuando nada sea,
no haya nada 
de lo que hablar,
ni la silla ni la mesa,
el vaso de agua sin agua,
sin pan en la despensa, 
el río sin puentes,
la pila bautismal seca,
nada sea 
en nombre de nadie,
que nadie venga
 pidiendo cuentas,
ya la barca alejándose,
el remero, rema que rema,
un día cualquiera
se acabaran los poemas
y no será 
por falta de palabras
ni de letras,
quienes me lean sepan,
que Roma
 es un peligro para caminantes,
según Rafael Alberti, lo expresa.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESIA: EN EL DIA MUNDIAL DE LA POESIA

 En el día mundial de la poesía 
que reine el amor,
que viva la alegría, 
que los poemas recojan 
montañas de risas,
que se mueran las penas,
que las tristezas 
queden convertidas
en ramilletes de flores
pues solo se vive 
una vez en la vida
y la poesía
 si bien se cuida
puede ser ese comodín 
que nos sirva 
para disfrutar de lindas aventuras.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESIA: ENTRE ODAS

 Algo nuevo nos llegará 
a lo largo de este poema,
aunque solo sea
 el aire que respiramos
y el sol que nos aprieta.

Vagamos ya entre líneas 
y de haber sido uno vaquero
por las tierras de la California,
ya llevaría cuatro cuatreros muertos
y veinte muescas  en el colt,
pero esto solo son versos, 
por aquí nada huele a pólvora, 
todo son lamentos
y nadie termina en la horca.

Con esto me juro paciencia,
quiero acabar una estrofa 
para de enseguida comenzar otra,
en el que tratar el asunto 
de los déspotas,
que digo de las drogas,
que digo del dengue 
y de las gentes
que por falta de libertades 
mueren en mazmorras.

A lo dicho, esto se acaba
y lo que parecía el andamio 
de una obra,
se ha convertido de repente 
en otra cosa, 
seguimos con lo nuestro
nadie nos baja,
de este empeño grande 
en hacer un poema,
con retales que se compran
en los bazares de la literatura,
allí donde adorables diosas 
velan por el amor 
mientras cantan odas.

Yo de todas las odas me quedo 
 con aquella que Pablo Neruda, 
a América cantaba,
 de una forma deliciosa. 

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: AQUELLOS POBRES LOCOS

Babea el loco,
medio anda, medio cojea,
se siente rey,
aquella es su selva,
un mercado de verduras 
y una iglesia,
con su cruz de camino 
y su beato en una columna 
mirando hacia una puerta.

Corre el loco tras unas niños
que le tiran piedras 
y el loco grita y se restriega
el sudor que le cae 
desde la cabeza,
ya cara, hombros,
 espaldas, piernas.

Loco en su locura 
por aquella calle Nicolas Factor, 
de Valencia, pasea,
siempre a expensas 
de una mala palabra,
de una mirada tierna,
de que sonará una campana 
para que él,
al manicomio Santa María de Jesús,
volviera con su cojera,
 a por su ración de pastillas, 
electrochoques 
y de nuevo a su celda,
donde dirimir, 
entre orines su pena.

Ser loco es triste,
en un mundo
que de los locos se cuida,
para que estos vivan su locura 
ajenos al mundo que los rodea.

Un cigarrillo pedía 
aquel loco de la cojera
y con él en los labios era,
el mismo loco 
con la misma cojera.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

Para la realización de este poema y comentario hemos usado de la terminología que se usaba en aquella época. Actualmente el Congreso de los Diputados en Espala ha aprobado la reforma del artículo 49 de la Constitución Española que habla de "disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos". El término “disminuido” se va a sustituir por la expresión “persona con discapacidad”.

Esta historia es real, en Valencia zona de Jesús, estaba ubicado en lo que por entonces se llamaba manicomio de "Santa María de Jesús".  Ocupaba el lugar que anteriormente había sido un convento y que como consecuencia de la desamortización de Mendizabal, en el siglo XIX, pasó a mano de nuevos propietarios ubicándose, allí el hospital de locos, manicomio: Anterior fue  Asilo de dementes (nombre vulgar con el que se le conocía) Sobre mediados del siglo XX era normal a este tipo de población necesitada de cuidado médicos, locos, verlos por la calle Nicolas Factor del barrio de Jesús en la ciudad de Valencia. Formaban parte del paisaje y eran aceptados. No eran problemáticos, aunque a veces algunos jóvenes recuerdo que se dedicaban a gastar bromas y meterse con ellos. Este hospital tenía sus orígenes en otro centro de Valencia al cual nos referimos a continuación: El Padre Jofré fundó en Valencia el primer hospital psiquiátrico de Occidente en 1409. El 'Hospital de Ignoscents de Valencia', lo que fue el primer Hospital Psiquiátrico de occidente. El origen del hospital hay que buscarlo con su fundador fray Joan Gilabert Jofré que en 1409 lo construyó bajo el nombre de "Hospital de Ignoscents, Folls e Orats". Fue el primer Hospital Psiquiátrico que se construyó en Europa. Juan José Sanz Maseres, Licenciado en Historia del Arte, nos acercó la increíble historia del Padre Jofré, quien tuvo una dedicación absoluta a los desfavorecidos. En el mundo cristiano de la época, los enfermos mentales eran considerados por la gente ignorante como endemoniados y poseídos lo que daba lugar a infanticidios, tratamientos exorcistas y abandonos. Los enfermos permanecían atados o encadenados. Pero el Padre Jofre mejoró el trato a los enfermos, ofreciéndoles trabajos manuales, o dedicados a labores de la huerta, las mujeres hacían hilados, bordados y bolillos, juegos y distracciones, ejercicios, dietas adecuadas higiene tratamiento médico y terapia rehabilitadora y atendiéndoles con amor. Página de interés sobre el tema de instituciones y demencia en Valencia: https://valenciaactua.es/manicomio-de-valencia-del-asilo-de-dementes-al-manicomio-de-valencia-en-el-siglo-xix/

POESIA: EFESO

¡Oh Efeso y los que te vieron,
en ese resplandor
de los filósofos oscuros
de los pueblos,
repartiendo su saber
a precio de ser propagadores
de la espiritualidad del ser
sobre lo mundano de los deseos!

La diosa fortuna se relame,
se sabe ella ser la sujeto
de lo que uno quiere,
si es que una ofrenda 
se le hace
en ese altar de los deseos
donde una llama arde
y va camino del cielo.

El mármol y el granito 
son el mejor de los encierros
para quienes buscan 
otros consuelos, 
allí donde la oscuridad 
coge la forma de un cordero. 

Grutas profundas 
en esos destierros
a las que van los cuerpos,
los exvotos y todo aquello
que con el despertar 
de los tiempos
servirá al espíritu ciego,
para continuar sus andanzas 
a partir de esos momentos,
en que una palabra se congelo 
en el cerebro.

Me cebro estar vivo 
aunque solo sea para esto,
hacerles leer y creer que lo mío,
en esto,
puede ser lo cierto.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESIA: DE AMOR TEMBLANDO

 Estamos por aquí de paso
y lo que ahora contemplamos
en algún lugar de nuestro cuerpo
quedará congelado.

Nadie será más eterno que un grano,
bajo la tierra nadie dará más calor 
a las palabras que adoramos.

Se quedarán los poemas huérfanos
ellos esperando,
la mirada y el tacto,
del poeta como padre 
y del poeta como hermano.

Volveremos al seno 
del que nos arrancaron, 
la gran madre tierra 
nos acogerá con sus encantos,
allí donde los abrazos 
a pesar de ser tiernos olerán
a humo de raíz de olivo sagrado.

En la inmensidad 
de los profundos océanos,
 entre abismales acantilados
de aguas rodeados, 
seremos el pan de los peces, 
el aceite de los candiles
con los que pasearnos
de uno a otro lado,
del mundo real, 
al mundo tenebroso
que alguna noche soñamos.

No nos espera nadie,
a nadie esperamos,
nos preparamos, 
para formar parte de los salmos
que hablan de los muertos, 
con la alegría de quien piensa
 que es verdad que resucitamos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio
 

viernes, 15 de marzo de 2024

POESIA: UN CUCO MUY DISCRETO

 Si usted siente un vacío intenso 
 acompañado de algo más 
parecido a un golpe
 o un hueco, 
sea usted sincero 
y déjese llevar por el momento,
para explicar 
a quienes de usted esperan un verso, 
que es poeta y que por ello
 vuela como los cucos 
sobre todo aquello
 que huele a falta de libertades 
y a encierros.

La vida misma está llena 
de claros ejemplos 
de lo que somos en un momento,
de lo que fuimos,
 ya ahora de regreso,
y de lo que seremos
a poco que nos tiente el tiempo.

Cuidado con el cuco
pues él se sabe con derecho
a llenar nuestras vidas 
con sus cuentos.

No se y supongo 
que nunca sabremos 
la masa que debemos ejercer 
como peso
para que nuestras almas
despeguen del cuerpo,
pero suponiendo 
que vagaremos por el espacio 
toda una eternidad 
entorno a un encuentro,
la del alma con el cuerpo,
es de suponer que gastaremos,
cada uno de nosotros,
en energía cinética en movimiento
lo equivalente en queroseno
 a un pozo de petróleo.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: LO QUE NO VEO

 Yo no veo nada en los amaneceres
 que no sea el despertar del día. 
No veo la luz a través de un  contador marcando vatios muy deprisa;
no veo ningún motivo 
para renegar de esas cuestiones 
que nos producen risas;
lo más normal a esas horas del día 
 es que los enamorados duerman
 cogidos al ritmo de sus vidas;
 lo normal es que los indios apaches
 se preparen para la vuelta al combate
después de celebrar el renacer del día;
lo normal es que en los conventos
 se canten Ángelus y se hagan misas;
 lo normal es que los pescadores 
vuelvan de sus pesqueras
 con caras de sal marina;
lo normal es que los condenados a muerte reciban alguna visita;
lo normal es ver a poetas 
con un lápiz en la oreja 
sacándole punta a alguna poesía;
lo normal es que a estas horas
 estén todavía mustias las margaritas.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA:UN MILLÓN DE TODO

 Nada de particular,
hoy es un día corriente,
con un millón de robos,
con un millón de poemas
sobre el amor y los placeres,
con un millón de muertes,
con un millón de siniestros,
con un millón de accidentes,
con un millón de ricos,
con un millón de muertos por el cáncer,
con un millón de mujeres violadas,
con mil millones de pobres,
nada,
perdonen,
se me fue la memoria 
Y me dejé 
una montaña de soldados, otra de sacerdotes,
otra de políticos innombrables,
con esto me quedo
con un millón de dolores,
cada vez que escribo un poema
y se que un millón de niños 
no verán la luz feliz,
de la vida
 junto a sus padres.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: UN SILENCIO

 No espero del silencio 
otra cosa que no sea 
aquello que me sirve
para sacarle punta 
a los poemas incómodos, 
esos que se escriben
entre dolores,
ya sean partos largos
con gritos al aire,
ya sean incansables 
sensaciones de ahogo 
para cuando un tren se marcha
y una ventanilla no se abre.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: LAS FALLAS Y SAN JOSÉ *

 Un poema salta al aire
en este día tan radiante
para que sea  ella más reluciente
y yo le doy el disco de un sol
que en mi pecho arde,
y todo el amor con que mi corazón 
se pone en circulación 
para cuando algo dentro de él late.

Así cogidos de la mano
va quien escribe 
y la mañana que avanza,
entre vaivenes provenientes
de allí donde las ventanas se abren
y fuera desde la calle 
entran mil briosos corceles,
trayendo sonidos de bandas musicales,
olor a pólvora y fiesta a lo grande.

Por aquí las fallas
 con su "plantá" vuelven
a ser algo parecido
a un gran festín al que acuden
gentes de todas las nacionalidades,
para disfrutar de lo lindo,
de lo que por ser grande
cada año se convierte,
en una fiesta para San José
que quien no la celebra no sabe
lo hermosa que se pone Valencia
y lo bien que los artistas falleros,
con nuestras de genuino arte,
agradecen a su santo sus desvelos
como carpintero y padre,
de quien murió por todos
de una forma totalmente admirable.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

jueves, 14 de marzo de 2024

POESÍA: NO IMPORTA

 No importa a quien le dedique el poema,
no importa porque es poca cosa,
no es nada que no se pueda hacer
mojando la punta de  un lápiz 
en la lengua,
no es nada que nadie no piense,
solo se ahora 
que la noche todo lo tapa,
que quizás mañana estemos de suerte
y los poemas que en la noche se curan
 a la serena 
para que cojan aromas
 y sean dúctiles
por la mañana desprendan
 algo más 
de lo que en su interior recogen.

Me sumo a la lista de los poetas tristes, 
me uno al romanticismo 
de las revoluciones nobles, 
asumo como castigo
 ahora que tengo el viento de frente,
que quizás otro día
 a la misma hora
 dejé caer un poema de esos
 que se resuelven
 alborotando el gallinero 
como zorro que se siente
 quien escribe y se deleita 
con el gozo que su escritura desprende.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: PENSANDO CON ROBERT WALSER


Hoy la luz sobre la nieve es el motivo
para saber que sin ella
no hay otro mundo,
que el blanco que inunda
si llena,
es la dulce sintonía
que lleva al olvido.

Por estos lugares 
los paseos más genuinos
son los de uno con uno mismo,
inmerso en sus cosas,
lecturas y números,
en lo minúsculo de las letras,
en todo eso que lleva de continuo
a través de soledades
que nacen y llegan
hasta allí donde solo el destino
quiere que vayas,
y es que con él cogido de la mano,
es más fácil huir,
salir de si mismo,
para ser en el resplandor de la nieve,
allí recostado,
sin más ruido que la respiración,
solo eso que nos trajo al mundo,
el ser que nació y vivió
y que en la nieve se encontró 
por fin 
de vuelta de todo desnudo.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

Robert Walser es uno de los más importantes escritores en lengua alemana del siglo XX. Nació en Biel (Suiza) en 1878 y publicó quince libros. Murió, sobre la nieve, mientras paseaba un día de Navidad de 1956 cerca del manicomio de Herisau, donde había pasado los últimos años de su vida. "En sus 'Microgramas' -textos que escribía a lápiz en papelillos- habló de la imposibilidad de la escritura", "que es como una sopa caliente: primero empiezas por los bordes y, cuando quieres llegar al centro, éste ya se ha enfriado"

POESÍA: DIVIDIENDO SALÍ ILESO

 Añoro de otros días
 lo que ahora no tengo,
la inocencia y los años
que se podían contar con los dedos.
Todo lo demás vino
y en mi tomo cuerpo,
si me refiero al Antiguo y Nuevo Testamento,
estoy ileso 
de todo tipo de pecado
que no sea 
el de ser respetuoso
con las religiones de los otros
y es que en mi no hay negocio,
bajo mis alas toman cuerpo
las libertades plenas,
sin más tijerazos
que aquellos,
que se producen en tiempos de deshielos
y es que prima 
sobre todo lo que se ve
y vemos
el principio de equidad
que viene a ser parecido
a aquello,
de nos comemos un pastel 
por porciones
para que todos salgan satisfechos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESIA: AY DE LOS DESEOS

 A veces cuesta escribir un deseo,
lanzar una pregunta,
cuesta relamer 
un olvidado poema
que perdió el fuelle 
con el tiempo.
Y es que a veces me siento 
como la copa alta 
de un abeto, 
testigo en la Vía Apia 
de todo aquello
que vino a pasar durante milenios.
Me gusta de la vida
la familia y los recuerdos,
me gustan los poemas 
y de vez en cuando 
me vengo a la fuente de los deseos 
para pedir aunque solo sea
más de todo consuelo,
por aquellos que malviven
y por aquellos
a los que las dictaduras 
invaden terrenos 
que son propios de los pueblos.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ENTRE PALMEOS CANTANDO

 Una canción triste 
que se rompe en un llanto,
la voz ya gemido
y el gemido ya canto
en la soledad 
de un escenario,
con una silla que sirve 
para sentarse golpeando
con los tacones el suelo del tablao,
ya las manos de frío temblando.

La noche lleva sueños,
lleva duendes 
que se van deslizando,
desde la laringe a la boca 
y desde esta a los labios.

Una colilla en el cenicero,
una copa marca el rato
que lleva aquella pareja 
de enamorados
lamiendo que si el cigarro, 
que si la copa,
que si la canción, 
que si los besos, 
que si los buenos ratos,
en que el amor cae presa 
de quienes se sienten
 ellos dos amados.

Todo es en aquel viejo tablao,
en una calle llena
de gitanos y payos,
flamenco genuino 
y amores de antaño,
que el ambiente alborotado
 saca del fondo de los armarios
y es que tan solo hablamos,
de la belleza de la noche
para cuando se le atiende
 amando y cantando.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ME QUEDÉ A GUSTO


Juego con las palabras
y me las cocino a mi gusto;
paseo en lo que puedo,
las fuentes son para mí
la vuelta al mundo
en que estuve sumergido;
me dejo llevar por los estruendos
de las tormentas,
cuando escribo versos
que atormentan el espíritu;
me duermo pensando
que mi mejor día ya descansa en uno:
De aquellas cosas que hago
todas tienen algo en ellas
que me sirven de estímulo.

Hoy he oído algo que me llegaba
en forma de arrullo,
era unos versos que decían:

Llega el otoño y me defiende,
la primavera y me condena (1)

Y me he quedado a gusto.


Autor: José Vicente Navarro Rubio




(1): Mario Benedetti

POESÍA: NO ESCRIBO

 No escribo sin dolor
y es que me mentiría a mi mismo;
no escribo sin amor
el amor puede con todo,
aun que el día sea triste
porque murió un ave en su nido;
no escribo por escribir
para eso masticaría el cañón de un revolver
hasta hacerlo añicos,
me moriría de gusto 
persiguiendo versos
por las praderas de algún Olimpo;
no escribo para nadie que no sean los que me leen,
de los otros ya me cuido,
si quieren saber algo de mi,
tienen dos caminos,
remar a favor del viento
y llenarse sus ojos de lo mío;
no escribo ahora 
en especial por motivo alguno,
escribo por ser algo más
que un trozo de leña seca
esperando el fuego divino.
Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: JUEVES ES Y ESCRIBO

 Si fuera por la luz que entra
hasta allí donde ahora escribo,
uno diría que se encuentra 
en el otro mundo,
solo me faltan los serafines,
un poco de entretenimiento matutino,
lo locuaz de un poeta inmerso 
en amores muy queridos
y un poco de paciencia,
nada de orgullo,
un vaso de agua
 para verme en el sumergido
y una pecera
con su océano dentro de ella
rompiendo con su oleaje
las saetas de un reloj que me indica
el día y la hora y en que lugar me encuentro,
ya que solo me importa
que llegue el viernes, 
con sus sabores a medio domingo.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

miércoles, 13 de marzo de 2024

POESÍA: AMOR ES AMOR

Decir amor y es amor
del bravío y sin preguntas,
del que se vacía y llena,
del siempre acompañado,
del que se coge de la mano,
de esos de antes y de ahora,
de los buenos y consumidos
entre besos y caricias,
de los que irrumpen
tan llenos y tan estimados,
tan solícitos
y tan en todo llegados
para quedarse,
un amor para toda la vida,
mil amores en una cartera vacía,
amores de todos los colores,
con todas las silabas,
en la poesía amores,
en la novela amores,
en la música amores,
en el arte amores,
solo amores sin guerras,
sin envidias sin peleas,
sin argucias,
sin intereses,
sin nada que no sea unión íntima.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: TE PIENSO

 

Te pienso aquí
Y ahora
que la hoja de papel esta en blanco
y todo pendiente de escribir.
Te pienso en el gozo de los buenos días
y en las tristezas ellas presentes
para cuando los malos tiempos
traían tormentas pasajeras,
de esas que se comían el orbe,
para después todo irse y volver la calma.

Resuenan ahora y sin querer los llantos
de las preguntas nunca contestadas,
ellas huérfanas
y uno aquí solo,
haciendo una madeja de lana
con que ayudar
a que los días sean más llevaderos,
con algo entre las manos
en que entretenerse.

Lenta la tarde para ser ella disfrutada
en toda su intensidad,
se eleva sobre la memoria de uno
mientras llegan todas las tardes,
tan diferentes
que parecen haber sido paridas
por dioses enemigos
pertenecientes a diferentes etnias.

Y por allí, en un instante,
aparece una puerta abierta
con sus cortinas, de tela de saco
bien estiradas,
como si la luz fuera algo con que jugar
a todas las horas.

Yo huyo de esa memoria innecesaria
que se protege en uno
y que para cuando quiere
se vuelve dócil,
como el caballo que monta a la yegua
y para cuando no está dispuesta huye
y se aleja entre sombras.

Solo yo soy capaz de adivinar
lo que de amor tiene este poema.
Es mucho
y hay que saber buscarlo
allí donde tiembla hasta la vista,
donde las palabras se encogen,
donde la congoja se escribe
como si fuera el gorjeo
de una alondra perdida,
que en la búsqueda de cariño
se introdujo en este poema,
para vivir entre sus versos.

Te pienso todavía
ahora que la hoja de papel
ya se ha completado
de frases dominantes
unas sobre las otras.

Se que en la plenitud de un instante
igual un rayo nos ciega,
que un sol nos abrasa,
que la lluvia nos inunda,
que un beso es poco sacrificio
para lo mucho que cuesta
escribir sobre el amor,
antes de que el fin sea esto
que aquí se dice poesía.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: UN POEMA ENTORNO A LA MUERTE

Aquí subyace
 un poema rebelde,
escrito éste
en la frialdad de una tarde,
la muerte rondando cerca,
oyendo el latir de los silencios, 
estos provenientes,
de allí donde si hablamos
es para quitar el polvo, 
de todo lo que se mueve,
más allá 
de donde si queremos escribir
se hace 
con la mente puesta
 en algo que duele.
 
Las palabras sobran 
y es que muerde,
un trozo de alba roto;
 una mañana distante;
un día en un almanaque 
rodeado con un círculo grande,
para poder pasar página 
y que todo quede
como la tristeza que late
en lo más hondo 
de un certero instante.
Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: TRUEQUE Y ÁMBAR

 Esto más que un periplo 
es una odisea barata,
un asunto sin interés,
una idea que por mi mente vagaba
mientras observa 
un collar de cuentas de ámbar,
ahora nada
y en otros tiempos significaban
las herramientas de las que usaban
los pueblos colonizadores 
para ganarse el alma 
de los nativos de los lugares 
a los que por mar se llegaba
para comerciar con ellos
a la vieja usanza.

Brillan los silencios,
se acarician las palabras,
surgen las preguntas
y es que bajo cada piedra que se levanta
hay una historia bonita que si no se cuenta
no se sabrá mañana.

Avanzan unos barcos
por un mar de sombras
y para cuando atracan,
florecen instantáneas
que no fueron recogidas
por ninguna de esas maquinas
de fotografiar escenas 
con que llenarnos de patrias.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ALLÍ DONDE ESTÁ EL ALMA

 Al escribir vamos derramando
gota a gota
lo que en nuestro interior llevamos
cogido a nuestra alma.

Cada día que pasa
 va quedando menos en esa caja
donde vive todo aquello
en lo que nos inspiramos
para salir de madrugada
camino de un verso,
con que alegrarnos  la mañana.

Hay que dejar que la tinta corra,
 esperar a que vuelva a nevar 
en la alta montaña,
para que las fuentes se llenen
y en ese manantial que es el alma,
vuelvan a brotar las bellas palabras,
 con que continuar este periplo,
de poema en poema, 
de poema en cascada,
con que uno se abre a la luz 
 cuando echa mano 
de sus ocurrencias espartanas,
nacidas entre fríos
y alimentadas con fino licor de escarcha.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

martes, 12 de marzo de 2024


El Calcinus tubularis
fue descubierto por Linnaeus,
la cuestión no es banal
utilizaremos a nuestro querido cangrejo
para hablar de aquello
a lo cual no solemos prestar importancia
por ser este bicho muy feo,
y tener pinzas en vez de dedos. 

Y es que a un poeta solo le importa 
lo espiritual y eterno,
lo terrenal y aquello 
que con el alma se toca
sin necesidad de abrir en canal un cuerpo.

Pero el asunto no queda en esto,
el nombre vulgar
de este tipo de  cangrejo 
es antrópodo crustáceo ermitaño,
desde siempre sujeto
a una vida errante 
y casi de estraperlo.

Vive dentro de la concha vacía 
de otro molusco,
llamado poliqueto,
entre vientos marinos
y oleaje extremo,
desde la costa de Florida
hasta los acantilados de Moher,
un largo trecho.

Los poetas escribimos
con todos los dedos,
chupamos la tinta del entendimiento
y cuando leemos
lo hacemos en voz alta
para sí mejor entendernos,
por eso hablamos del cangrejo
y lo hacemos 
por ser coherentes 
con aquello
de sacarle lustre a un verso que estaba muerto.

Es nuestro cangrejo 
un todoterreno,
excava arenas y terrenos
se esconde entre las rocas
y se siente libre como el viento
en las praderas de Posidonia
entre esponjas y corales
y peces de bellos colores 
y excéntricos cuerpos.

Pobres de ellos nuestros cangrejos
conforme  van  envejeciendo
se van dando cuenta
de que no están preparados para ello
 y que su vida
es algo parecido a un terrorífico cuento.

Esta poesía sin cangrejos por medio,
 hubiera sido  humo y aire,
el lamento del pobre
paradoja, sorpresa,
 humor y sentimientos,
y hubiera servido
para compartir secretos.

Sirve nuestra poesía
para esto que se llama
parar en seco,
para escribir sobre aquello
que no viniendo a cuenta
sin pensarlo dos veces se hace
 porque se  da por hecho.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ATADOS A LAS COSTUMBRES


Estábamos atados a las costumbres,
encerrados en nuestras ideas,
algo parecido a un canario en una jaula
de barrotes de oro por fuera
y dentro alpiste y agua
y un columpio para medir nuestras destrezas.

El futuro se presenta como especie de espuerta,
con grano dentro y miserias fuera,
hecha con esparto
nos agarrábamos a ella con fuerza
para cuando tocaba sembrar,
pues la vida dependía de las cosechas.

La resistencia dependía de la tenacidad
macerada ésta con la paciencia y fortaleza,
siempre pensando aquellas gentes buenas
que después de una época mala
venía siempre otra buena.

Nadie regalaba nada.
La tierra estaba asociada a la riqueza
y a los pobres siempre les quedaba
como respuesta,
la misma cantinela:
"Dios proveerá si la fe es sincera"

Que yo recuerde
Dios nunca se pasó por aquella era
en la que mi padre ablentaba paja y grano
con una horca de sabina,
madera muy flexible ésta.
El viento se llevaba el trigo
como si supiera
que con lo nuestro
lo suyo alimentaba su fiereza.

Nadie regalaba nada,
fuera donde fuera.
Las compras de la tienda
se abonaban entre dolores de las muelas,
con lo poco que se tenía,
con la cartera llena de tristezas.

Las lágrimas solo eran
un poco de todo
por falta de riqueza,
por lo que no se tenía,
por los hijos
y lo que de ellos sería en lejanas épocas.

Poco que ocultar,
nada si me preguntan
de que va esta fiesta,
tan aparentemente triste
pero si de verdad se cuenta,
toda ella es de una gran alegría,
tanto me entusiasma esta apuesta
que de volver a aquellos días
daría en recompensa,
media vida de ésta,
que solo pesa,
la paja de aquella era
con la que mi padre
prendía el fuego en la chimenea.

Tanto nos ocultaron
que todavía hoy me llegan
las palabras de silencio,
las miradas que no cesan,
los golpes de misterio
para cuando se cerraban las puertas
y a través de las paredes de cal y tierra
se oía ¡paciencia!

El destino nos dejó una apuesta
y es verdad que no era leve,
que era fuerte
y contenía ella,
el valor de saltar una tras otras
vallas y más vallas
a la carrera
y si al final se veía la meta,
es que espoleó uno muy bien
para ser un ganador
en mitad de una tormenta.

Ahora si miro hacia atrás me cuesta
encontrar el hilo que hay
entre la riqueza y la pobreza,
y para ello me valgo de una ocurrencia
y es que la vara de medir
si bien se emplea
solo mide las distancias
sin tener en cuenta
que la riqueza es la que se encuentra
por allí donde nuestros ojos contemplan
la verdad de la vida,
sin tener en cuenta otras cosas que no sean
su belleza.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POEMAS: POEMAS Y AUSENCIAS

 Ahora mismo me diría a mi mismo
 que haces  ahí sentado,
pero no me lo digo,
no quiero romper ese encanto
de quien observa el mundo
mientras saca apuntes
y mira por la ventana
para ver si la primavera
ya está entrando.

Mis ausencias son certeras,
residen esa parte del hipocampo 
en que si enchufas una cafetera
sale café descafeinado.

La verdad es que tengo una memoria 
de esas que se llaman de hipopótamo,
las ausencias son de enmarcar
en un cuadro,
pues en ellas me lleno
de versos releídos
que el viento al pasar se lleva
camino de algún trapería de las de antaño. 

Me he servido de esta mañana
con un sol ciego rondado 
para entrar a escribir
sobre estas cosas que ocurren de cotidiano. 

No hay nada más en lo que escribo,
ni menos en lo que hablo,
no se lo que pasa
si es que estoy pensando,
cuando me desdigo
lo hago casi temblando 
y para cuando acierto de pleno
es que me encuentro
con ese ser extraño
que de vez en cuando
 atiende a lo que le dicen
y sin hacer más ruido
que aquel que las zapatillas producen 
sobre el mármol,
apago la televisión,
me pego un baño
y cambio de sintonía 
al igual que la música de un piano,
cuando cae la tapa
y le pilla la cola a un gato.

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: ORFEO ES UN DESARMADO

 Y con el amor prendido de la mano
y Cupido cerca rondando,
la raza humana ascendió
sin mediar descanso, 
por escalones muy empinados
que llevaban al Parnaso
donde una pareja se daba la mano,
mientras se asomaban 
a un bello espectáculo,
un mundo visto a través de los ojos 
de dos enamorados

Demos tiempo al amor 
para que vaya cuajando
y que la ceguera que todo lo inunda
terminé fructificando,
en uno de esos remansos 
donde aparece el dios Apolo entre Ninfas
que sobre las aguas resaltan  
como si fueran pavos reales nadando.

Y por allí en ese escenario.
 se ve a Orfeo con una citara  tocando 
un bello soneto recién sacado
de entre los destellos de amor
que se quedan   incrustados
en los troncos de los árboles,
para cuando dos enamorados
se dan la mano
y en la corteza de un gran castaño
escriben la palabra amor, 
dentro de un corazón romántico
por una flecha 
de parte a parte atravesado.

¡Oh de las poesías que tratan el amor
como si este nunca 
de moda hubiera pasado!

¡Oh de la vida y de la quietud 
que se siente para cuando 
ya todo consumado,
 se mira y se ve,
que más allá de lo que imaginamos
si vivimos  con el amor 
en el pelo enredado,
seguro que lo habremos acertado!

¡Oh de todo y de lo que no pensamos,
pues sepan aquellos que se aman
entre sábanas y edredones
 bellamente bordados,
que todo vuelve a la quietud
y todo se renueva
con la fuerza 
que en el corazón llevamos,
a cada paso que damos,
si siempre vamos pensando
en ese amor ciego 
que puede cuajar entre abrazos!

Autor: José Vicente Navarro Rubio

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