sábado, 12 de noviembre de 2011

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ: A UNA VIEJA ESCALERA

                                 

No tocar las piedras,
no tocarlas,
dejarlas
así como se muestran
irregulares y desgastadas
guardando un equilibrio perfecto
y a la vieja usanza
de esas pirámides del antiguo Egipto
que hacia el cielo se elevaban.

Son piedras de otros días
supervivientes natas
y es por ello
que deben ser respetadas.

Piedras de sinagogas, de iglesias
y de viejas murallas
forman parte de esos escalones
y aunque el tiempo pasa
se muestran seguras
a sabiendas de que la noche le puede tender una celada.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y UNAS CUEVAS EXTRAÑAS

                                    

Caen las viejas casas
en una tarde en que se oye
el batir de las palomas libres
entorno a una vieja muralla
y la pena anega mi alma
cuando Rita me cuenta
de unas cuevas extrañas
que se abren
por debajo del pueblo
comiéndose sus entrañas.

Son casas
venidas abajo
las que nos trae esta tarde
destemplada,
y entre idas
y más venidas
por las calles y plazas
de este pueblo
con tanta tristeza serrana
sigo mi camino
sin volver la espalda,

Autor: José Vte. navarro Rubio

EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ/ ALARCÓN/BELMONTE/SANTA MARIA DEL CAMPO RUS Y CUENCA: ALGUNAS CURIOSIDADES SOBRE ESTEBAN JAMETE O ETIENNE JAMET O CHAMET

La iglesia de Santa María de Alarcón quedó como parroquia cuando las cinco que había se redujeron a una al final del s. XIX. Se construyó en el sigloXVI como búsqueda de templo ideal, muy influenciada por la mentalidad neoplatónica del renacimiento. La traza es un cuadrado enmarcado por doce columnas periféricas y sustentado por cuatro centrales. El ábside es ochavado. De las tres puertas que tiene la iglesia, la más importante es la del medio día, bajo un arco triunfal de columnas pareadas y bóveda de casetones, se aloja la espléndida fachada plateresca. Platerescos son también el retablo, el sagrario, la pila bautismal y la bóveda de estucos de la sacristía, obras de Esteban Jamete y su taller. A los pies hay un coro del s. XVIII, atribuido a José Martín de Aldehuela. En este recinto, el 4 de diciembre de 1981, se aprobó el estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha.
 
La Iglesia de Santa María quizás sea el monumento más importante de Alarcón, sin contar al castillo que atrae más por su construción que por su valor artístico. Fue declarada Monumento Nacional en 1981. Su construcción tuvo lugar entre los años 1520 y 1565 y en ella intervienen maestros de primer orden, entre ellos: Esteban Jamete y Pedro de Alviz, este último es a quien se le atribuyen las trazas de la iglesia. En cuanto a Jamete se ve su mano por toda la iglesia, destacando sobre todo la portada del medio día, que es sin duda una de las mejores de la provincia de Cuenca. Se comienza en torno a 1550, y es una portada plateresca preciosa, trabajada bajo un gran arco triunfal, lo que le da una mayor monumentalidad, a cuyos lados podremos ver dos columnas y entre ellas varias hornacinas vacías. Al adentrarnos en la iglesia lo que más nos sorprenderá es su grandiosidad y es que las anchas columnas y las grandes bóvedas góticas nos dan una gran sensación de espacio. Las tres naves son de la misma altura, y en este caso las columnas carecen de capiteles, por lo que los nervios de la bóveda arrancan como si fueran palmeras, lo que hace que la iglesia sea mucho más monumental. Destacan en su interior, sobre todo, el retablo mayor (1572), de enormes proporciones, considerado uno de los mejores de la región; la pila bautismal situada en la capilla de los Castañeda, al norte, obra del mismo autor que la portada; y el coro situado a los píes de la iglesia, del siglo XVIII, obra de José Martín de la Aldehuela.
 
Suyas son también entre otras las siguientes actuaciones en la catedral de Cuenca: El transcoro, la portada de la capilla de santa Elena  y la portada de acceso al clasutro. Se habla de el como entallador e imaginario. Obras suyas son también dos retablos de San mateo y San Lorenzo. Su impronta se ve también en Belmonte y más concretamente en su colegiata: capilla de la Purificación y en el claustro del palacio del infante D. Juan Manuel y en Santa Maria del campo Rus. La Iglesia de Santa María es un edificio renacentista del s. XVI, construido por Pedro de Alviz, y es el resultado de la búsqueda del templo ideal.
Hacia el año 1550 (s. XVI) Esteban Jamete de Orleans hizo la fachada cubierta por un portal de casetones.
En el Interior de la iglesia destacan su retablo, el sagrario y la bóveda de estucos de la sacristía, de estilo plateresco y obra del taller de Esteban Jamente.. Cuando es detenido por la inquisición en el Castillo de Garcimuñoz estaba realizando un busto de alabastro para un clerigo llamado Villamayor (detención 4/04/1557)
 
  • Jamete, Esteban, 1515-1560, Proceso inquisitorial contra el escultor Esteban Jamete. Madrid Junta para la ampliacion de estudios e investigaciones cientificas, 1933.
  • André Turcat, Etienne Jamet, alias Esteban Jamete : sculpteur franc̜ais de la Renaissance en Espagne condamné par l'Inquisition. Paris : Picard, 1994.
  • André Turcat; YVES BRUAND, ESTEBAN JAMETE (ETIENNE JAMET) SCULPTEUR FRANCAIS DE LA RENAISSANCE EN ESPAGNE (1515-1565). Tesis, 1990.
José Vte Navarro Rubio

POESÍA: GARCIJUDEA Y SU ROMERAL, HOSPITAL Y SINAGOGA













Tres estampas
para un barrio judío,
puerta del sol,
sinagoga y hospital de peregrinos.

Toscas piedras labradas
y de blanco vestidas
nos aguardan allí
donde en otros días hubo
un barrio hebreo y judío.

Nos llegan en esos momentos
de jubilo
las brisas de las cosechas
al tiempo que un humo blanquecino
sale por una chimenea
como queriendo decir
estais a tiempo amigos
de probar el rancho
antes de seguir el camino.

Autor: José Vte. Navarro Rubio



POESIA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y JAMETE EL ESCULTOR

                                 

A tiro de piedra
por ese arco ojival 
de lo que fue
la iglesia de San Juan
penetramos en otro espacio
y en otros tiempos
de un pueblo que permanece arremangado
y a los pies de su castillo.

Como Segar
vino a nacer en la historia
y fue bautizada por los romanos
y entre unas y otras culturas
fue conocida como Al Barch Hamal
y mas tarde como el Castillo de Garcimuñoz
o también como Garcijudea
y en ella vino
a caer prisionero de la inquisición,
tan santa y cruel en sus tiempos,
Esteban Jamete de Orleans
mientras esculpia
en alabastro un busto
del clérigo llamado Villamayor
de esta villa su hijo.

Triste signo
el de ser
por todo
y para siempre
solo eso
para lo que no fuisteis construida.

Torre eres,
torre fuisteis
y torre serás
mientras al fondo se vea,
desde ese orificio
oradado en tu pecho,
el fecundo castillo.

Autor: Jose Vte Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SUS VENTANAS CERRADAS

                                 

Gemelas son
en cuerpo, corazón y alma
y se abren al mismo tiempo
y se cierran al instante
cuando hay vida en la casa.

Ellas son, las ventanas,
las que se asoman a la calle
y desde esa altura mediana
se sienten princesas
en loa alboreos de las mañanas.

Añoran los trajines de las mujeres
de un lado a otro
cuchicheando y contando alguna hazaña
y se sienten molestas
cuando llega la noche
y los ojos se les apaga
como si fuera la luz de una vela
que se marchita poco a poco
por falta de aire y de esperanzas.

Quieren las ventanas
abrirse en forma de balcón
de barandilla negra y pesada
y se encuentran en esos instantes
con unos goznes enmohecidos
que al tocarlos suenan
a melancólica  música apagada

Autor: José Vicente Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SUS PLACAS

                              

Oíd vosotras
dice la sombra a la reja
como mis inquietudes
os llegan
en estos momentos del día
ya cercana la noche
en que se cambia la pared de ropaje
y se viste de fría mortaja negra.

Y no se inmuta
la farola
que espera
le venga de un momento a otro
claridad a su mente
y luz
sublime y rojiza
con la que estampar el nombre
del infante D. Juan Manuel
sobre esa placa
que anuncia,
como si fuera una lápida
sobre la tumba
donde reposa un cadáver,
que allí hubo muchas misas
y cánticos misereres.

Corre el hilo de la luz
llevando en sus venas
alto voltaje
y se pierde en un fondo norte
camino de otras fachadas
y de otros hogares
mientras las dudas me asaltan.

Autor: José Vte. Navarrro Rubio

s

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y LOS MUROS DE LIENZO CONTINUO

                            

Muro de lienzo continuo
de atrayente presencia
y de una esquina latente
con adosados y bellas columnas
a unos pasos del real castillo
cuando bajas o subes,
desde los confines de una calle
sin más sintonía
que su aparente tranquilidad
rota por el trabajo de unos albañiles,
hasta ese parque que se abre
allí donde la iglesia parroquial
se alza sobre las ruinas del castillo
y me trae rumor de risas lejanas.

Buscan
el calor de sus vecinas,
las casas desde siempre,
en los inviernos largos y fríos
cuando los copos de nieve caían,
sobre los tejados de las cuadras, calles y pajares.

Creo oír,
así lo siento en este instante,
las voces de hombres
curtidos por mil soles rojos
caminar con soltura
por encima del virginal manto blanco
dejando sobre el suelo la impronta
de las suelas rígidas
de unas raídas albarcas
por las que el frío subía
hasta la misma cabeza
como si fueran
unos vasos comunicantes

Y voy siguiendo
lo que fue,
más que calle
senda
hasta que llego a un punto
donde nace la naturaleza
y parece que esta se lamenta
pues añora,
entre otras cosas,
el balar cotidiano de las ovejas
y las corredurías
de los corderos recentales
intentando afianzar sus extremidades
ya cerca de las ubres de su madre.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

viernes, 11 de noviembre de 2011

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SU CAMPANARIO DE LA BUENAVENTURA

                             

Se viste de color mar la torre
y como si fuera el faro de Alejandría
vigila
pues sabe que aquí murió Jorge Manrique
y desde aquel día
dormir puede significar perder la vida.

Torre con campanas tan altas
son queridas
y aunque están hechas para llamar a misa
sus silencios son tan latentes
como las piedras con las que fue construída.

Salta a la vista
ese campanar
de iglesia tan antigua.
Para cuando llegas lo saludas
y para cuando te vas
dudas
entre abrazarlo
y cantarle una canción de cuna
o decirle
gracias por tanta buenaventura.
                                         

Autor: José Vte. Navarro Rubio

EL PERRO QUE ECHABA DE MENOS A SU DUEÑO


                                          



Muchas son las historias que se cuentan sobre la fidelidad de los perros hacia sus dueños. Y esto es así. Pero la historia que voy a contar es real y ocurrió hace ya de esto muchos años. La  protagonista es "Mary" una perra que había hecho las delicias de su dueño durante el tiempo en que este se dedicó al pastoreo por las tierras del Castillo de Garcimuñoz. La perra acompañaba a su dueño de día y noche y tenía por costumbre esperar a su amo a la puerta de una de las tabernas de San Clemente, mientras este jugaba a las cartas y tomaba algunas copas en compañía de un grupo de amigos. Vino a ocurrir un día que Felix Saiz, este es el nombre y apellido del pastor, natural del Castillo de Garcimuñoz, se fue a vivir a Valencia falleciendo allí. La buena de la Mary continuó durante mucho tiempo sentándose a la puerta de la taberna los domingos, tal y como hacia por costumbre, esperando a su dueño que ya llevaba muerto, para cuando saltó la noticia a los medios de comunicación, cuatro meses. El hecho se recogio en el diario ABC de fecha 10 de mayo de 1981.

Conmovedora la noticia. De estas he oído muchas, como la de aquel perro que acudía todos los días al cementerio y se sentaba junto a la tumba de su dueño o de aquel otro que sobrevivió a un accidente, en el que murieron todos los miembros de una familia y permaneció sentado junto a la cuneta también durante un cierto tiempo.

Yo tengo perro y se que nunca me abandonaría. Por ello me llama la atención el ver perros abandonados y maltratados, matados a golpes, mutilados....¿porque los seres humanos somos tan animales?

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y EL FUNEBRE CORTEJO

                                    

Dicen que fue
bajo una de esta torres,
nido de aguiluchos
que era el Alarcón de los Pachecos,
donde tan singular caballero,
Jorge Manrique,
cayó de muerte herido
y que recogido por su tropa
fue llevado entre lágrimas de unos
y suspiros del resto
a Santa Maria del Campo Rus
donde tenía establecido su campamento.

Dicen que el afilado acero
le entró por el costado y le sego la vida
poco a poco y con mucho sufrimiento
y de que todavía nuestro hombre tuvo tiempo
para escribir unos versos
que lleva guardados cerca del pecho
y de regalar un palio verde de terciopelo.

Dicen, dicen, dicen,
que su poesía hace pensar
pues habla de la muerte con total conocimiento
y que tenía 38 años  cuando la vida se le fue
como si fuera una flor marchita de almendro.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y UN GATO RAMPLÓN

                                       

Descansando sobre la valla
y a la expectativa
espera el gato que pase la comitiva.
Mirad su pose que altiva.
No desafía,
yo diría que dormita,
aunque por ser gato
todo en su vida son alegrías,
poco trabajo y buena comida
y al paso junto a él ni nos mira,
que gallardía y osadía
y como nos planta cara
de una forma tan digna
este gato que parece de porcelana china
que vino a salirnos al paso un día
para despedirnos y decirnos otra vez traer sardinas.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y ESA CRUZ QUE LLEVA A CUESTAS

                                 

Bella sintonía
de naturaleza viva
en contacto
con esa tierra
de la que recibe
gota a gota
el plasma que le da la vida
y vuelven a mi recuerdo,
ya saliendo
del Castillo de Garcimuñoz
hacia las orillas,
los de una primavera fría,
con olor a muerte,
muy perdida
entre  nubes caprichosas
y estrellas malévolas
y nocturnas,
en que un hombre,
poeta y guerrero, a la vez, 
que amaba la vida
y sentía amor por la muerte,
renace,
surge,
pervive y flota,
en la memoria colectiva
de los hombres de estas tierras
que hasta hace poco,
 y con especial parsimonia
se descubrían
al pasar junto a ese monumento
alzado en su memoria.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESIA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ: ENTRE COPLA Y COPLA

                                         

Si pudiera ser,
sería,
en unos instantes
candela
y en otros
apagada melodía,
solo por haber sido
en este día
testigo mudo
de tanta grandeza
vilmente abatida.

Interiores de una casa
solariega,
más allá de la puerta
soledad y melancolía,
de ver
como hay otros mundos
más allá
de donde atinamos a ver
con la vista.

Soledades inquietantes
por el aire vigilan
y nos llevan
entre recuerdos
y claros síntomas de apatía
de zaguán en zaguán
en estos momentos mágicos
en que me viene a la mente
aquella copla que decía:
"Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos
no son sino corredores
y la muerte la celada
en que caemos"

Autor: José Vte Navarro Rubio

jueves, 10 de noviembre de 2011

POESIA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SUS CALLES MISTERIOSAS

                                    



Quiero ser,
se le oye decir a la calle,
en esta tarde misteriosa
en que por aquí caminas,
tu fiel acompañante
a lo largo y ancho de esta mi villa.

Y me salen las sombras
a decirme buenos días
y se bajan las luces desde el cielo
hasta las paredes blanquecinas
y me llega voces lejanas casi perdidas
a esa hora cercana a la partida.

Buenas tardes,
con Dios quede,
dios le bendiga,
vaya con Dios,
quede usted agradecida,
calle y más que calle,
yo le diría avenida.



Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SUS AIRES DE GRANDEZA

                                   

Cual naufragos en una tempestad
amarrados a un tablón
y a la deriva
se sienten estas viejas piedras
por no estar realizando el cometido
para el cual fueron esculpidas.

Prisioneras de esa pared
de la cual cuelgan con tanta gallardía
viven las piedras su gloria
a expensas de aquellos días
en que grandes caballeros
y damas dignamente vestidas
tenían en el Castillo su corte preferida.

Casas nobles tiene el Castillo de Garcimuñoz
por haber sido villa
pero a pesar de que la nobleza tira
yo entre todas ellas me quedo
con las de paredes encaladas de blanco,
reja castellana y renacentista,
cueva humbríaa y fría
y altas cámaras de recias vigas.

 Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESIA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SUS CALLES TRANQUILAS

                               

Todo quieto estaba,
se diría dormido,
cuando los últimos rayos de sol
se marchaban
hacia los solitarios campos
con tal de exprimir al día
los últimos momentos
en que la pasión ciega de los árboles
se deposita
entre las verdes ramas
y raíces ocultas.

La calle
a la espera de otros días
juega con su destino
y se suma
en este atardecer
víspera de Todos los Santos
a estar serena y tranquila
y lo hace a sabiendas
de que la parra continuará en su sitio
pues allí el hombre la puso
porque Dios quiso.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

miércoles, 9 de noviembre de 2011

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ: NACER, VIVIR, MORIR

                                      

Cae la casa y lo hace con cordura
poco a poco
tal y como fue la vida
de sus´habitadores durante otros días.
Esta y no otra es la vida de las personas
nacer, vivir, morir
y venir a ser en todo momento
al igual que esas paredes en declarada ruina
claro testimonio de una existencia larga y dura.

Sola y sometida
a los calores y fríos
de todas las noches
y de todos los días
queda al descubierto
parte de su estructura
mientras las vigas de madera
se preguntan
que fue de aquellos momentos
en que las tejas nos cubrían.

Autor: José Vte. Navarro Rubio

POESIA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y DON QUIJOTE EL DE LA TRISTE FIGURA

                                              Castillo de Garcimuñoz - Cuenca

Tonos apagados los de Don Quijote,
el de la Triste Figura,
cuando caminaba por estas tierras
en busca de aventuras
y tuvo que ser en un atardecer
como el que se da en la fotografía,
de los muchos que se dan en la vida,
en el que descabalgara de la montura
para disfrutar de una buena cena,
después de una jornada de  mucha andadura,
allí en el mesón del Castillo de Garcimuñoz
parada y fonda por ese día.

Ya las calles desiertas
con las últimas luces de un sol que se oculta
solo los blancores de las fachadas
como si fueran nieve pura
prevalecen en ese ambiente
cargado de tanta negrura.

Pueblo que a la noche llega
con el día resucita
ya cante el gallo o relinche la mula.


Autor: José Vte. Navarro Rubio

Fotografias del Castillo de Garci Muñoz















































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