domingo, 22 de julio de 2012

COPLAS DEL BANDOLERO EL PERNALES


Vino El Pernales a morir 
en una celada tendida 
y él que era hombre 
de trabuco y navaja escondida 
cayó fulminado por las balas 
que le atravesaron la femolar 
y dejaron sin sangre y sin vida. 


Bandolero de alta sierra 
lo que ganaba repartía 
entre los pobres que le adoraban y querían. 


¡Ay de El`Pernales 
en aquel día 
que entre rocas, 
pinos y agua que de las piedras salía 
creyó ver un rayo de luz 
y fue metralla la que por delante del cuerpo le entraba 
y por detrás le salía! 


Como si fuera un lobo 
lo llevaron en compañía 
de otro amigo del alma 
que en aquel día también moriría 
y ya fotografiados los dos 
y colocados en un serón 
fueron arrastrados por pueblos y villas 
entre caras de melancolía 
que a su paso salían 
para santiguarse en nombre de Dios 
y rogar por su alma en la otra vida. 


Andalucia tuvo un Pernales 
que en las sierras de Abacete moriría 
ya entrado el siglo XX 
en una España de señoritos de poca a 
y de mucha incultura. 


El Pernales duerme, 
El Pernales no respira, 
dicen que el muerto no fue El Pernales 
pues por esos días iba camino de México 
para emprender una nueva vida. 


Autor: José Vte. Navarro Rubio 





Acta de defunción del Pernales



.
pernales1





Ya mataron a Pernales
Ladrón de Andalucía
El que a los ricos robaba
Y a los pobres socorría.



Un juez me preguntó un día,
que de qué me mantenía,
yo le respondí: robando,
como se mantiene usía,
pero yo no robo tanto.





Romance del PernalesI
Estando Diego Corrientes
con el caballo calzado,
su hembra en el pensamiento,
con el trabuco en la mano:
-Sígueme, Luis Candelas,
sígueme por mis pasos,
que vamos a la serranía,
con el trabuco en la mano.
¿Dónde está José María,
José María el Tempranillo?
Francisco Ríos Pernales
que venga con el Vivillo.
Vamos a los cortijos,
vamos todos sin parar
a esa gente egoísta
que vive sin trabajar
a costa de los obreros,
que los quieren maltratar.
II
Francisco Ríos Pernales
está loquito de alegría,
porque había dado a luz
la su amante una chiquilla.
Días antes de su muerte,
en sus brazos la tenía:
-Hija de mi alma,
ven aquí conmigo,
que por ser yo bandolero
que tú a la España
sin lujo has venido.
Pero no te apures nena,
que este oficio dejaré,
allá fuera de España
trabajaré.
Soy joven todavía,
puedo trabajar
para darle a mi hija
un piazo de pan.
¿Qué dices tú, Concha
-decía llorando-,
qué tal te parece
lo que estoy pensando?
Lo que piensas está bien,
Francisquito de mi vida,
¿pero no piensas en irte,
que ya va siendo de día?
-Tienes razón, ya me voy,
es que ya no me acordaba
que soy aquel bandolero
que andan buscando
por toda España.
Queda con Dios hija mía,
y hasta otro día,
Concha del alma.
III
Montado en su caballo
iba el Pernales un día.
Se encontró con un barbero,
que de un cortijo venía.
Como sabía que andaba
por aquel campo
el llamado Pernales
con otros cuatro,
al ver aquel que venía
a caballo y con un rifle,
pensó que le robaría.
Ocho duros llevaba,
los que sacó
el pobre raspabarba,
y al bandolero se lo entregó.
Entonces dice el Pernales:
-Quédese usté ese dinero,
que yo no soy un ladrón
para robar a ningún barbero,
que sólo robo al que tiene
muchas pesetas,
y es usurero.

Y otra más..........
En un cortijo que existe
muy cerquita de Puente Genil,
llega una noche el Pernales
para descansar allí,
y sin llamar a la puerta
al momento la hizo abrir.

-A la paz de Dios abuelita,
hasta aquí he llegado.-
a la vez que la anciana
a sus mismos pies
caía llorando.

-No llore usted abuelita,
soy el Pernales,
no hago más que robar,
no mato a nadie.

-Robarme a mí, señor,
cómo puede ser.
No tengo dinero,
lo puede usted ver.
El amo de esta casa
un día me echa
por no tener dinero
para pagar la renta.

-El amo de este cortijo
dígame pronto quién es.
-Es don Rafael Carmona.
-Pues pronto lo arreglaré.
Lo que tengo es apetito,
y yo quisiera cenar.

-Eso lo puede usté hacer
porque la tengo
ya prepará.

Y al acabar de cenar,
aquel célebre bandido
le decía a la ancianita:
-Vaya con Dios, me retiro,
mañana al amanecer
paso a darle un recadito.

Parando el caballo
enfrente un hotel,
vio pasear
a don Rafael.
Con el revólver en mano,
le dice Francisco Ríos:
-Deme quinientas pesetas,
o le pego cuatro tiros.
Don Rafael asustado
al momento se las dio,
las mismas que al otro día,
antes de salir el sol,
se las entregó a la anciana
para salvarla
esa situación


Por una estrecha vereda
paseaba un día.
Se encontró con un anciano
que iba montado
en su borriquilla.

-Dónde va usted abuelete.-
le preguntó.
Y el abuelo seguía
su dirección.
-Apéese pronto
de la borriquilla,
no me deje solo,
me hará compañía.
Espero un compañero
que pronto vendrá,
y cuanto que venga
puede usted marchar.

Saltó el viejo de la burra
con muchísima energía,
con una navaja abierta,
y el Pernales se reía.
-Es usté un viejo valiente,
pero ahora le hablo yo en serio.
Está usted con el Pernales,
que de los pobres
no quié dinero,
que sólo roba al que tiene
muchas pesetas,
y es usurero.

El treinta y uno de agosto
será un día memorable,
tuvo lugar en la sierra
un curioso desenlace.
En los campos de Alcaraz,
que es provincia de Albacete.

Será un día desgraciado
y de mala suerte
para el pobre Pernales,
porque aquel día
se halló la muerte.
Su pobre madre llora
con gran dolor
y maldice la suerte
del leñador.
Qué hombre tan malvado,
qué mal corazón
tendría aquel hombre
que lo delató.

Era un campesino
que cortando leña
se hallaba aquel día
cerca de la sierra.
Se le acercan dos jinetes
preguntándole enseguida
por el camino más cerca
que a la sierra conducía.
El leñador muy amable
al camino les guió,
dándole un cigarro puro
y cinco pesetas
por el favor,
diciéndole: -Soy Pernales,
y hasta otro día,
quede con Dios.
Y de corazón infame,
y de muy mala intención,
marchó el leñador al pueblo
y al Pernales delató,
diciéndole iba con otro
que su nombre no le dio.

Al momento tres parejas
que había en el puesto,
al mando de un teniente,
los siete guardias
marchan corriendo.
Se internaron en la sierra
con valentía,
sin mirar que su vida
peligro corría.

Y al poquito rato
de haber caminado
ven a dos jinetes
cerca, descansando.
Al punto creía
la guardia civil
que eran cazadores
los que había allí.

Cuando ven a la pareja,
aquellos dos bandoleros
echaron manos a los rifles
y empezaron a hacer fuego.
Al punto un guardia civil
cayó gravemente herido,
y al verle,
los compañeros,
que eran valientes
y decididos,
hicieron una descarga
y dieron muerte
a los dos bandidos.

En la provincia Albacete,
en la Sierra de Alcaraz
mataron al Pernales,
también al Niño del Arahal...



POESÍA: TODO SE MARCHA, NADA QUEDÓ (EL RESCATE INTERIOR)

POESÍA: TODO SE MARCHA, NADA QUEDÓ  (EL RESCATE INTERIOR)


Sonó la flauta 
y la Comunidad Valenciana se adelantó
pidiendo 2.000 millones de euros
al gobierno del Señor Rajoy.


Ahora es la ocasión 
de lavar las vergüenzas
con un poco de agua y otro poco de jabón
y como ya dice el dicho el último maricón.


Servirá el dinero 
para enjuagar el déficit
que el despilfarro ocasionó
en coches, pólvora y motor
y si me apuran un montón
aeropuertos, parques temáticos
y colocación de cámaras de televisión
uno por pueblo o dos
para grabar al Cesar de esta Magna Nación
de bigotes astutos
y teloneros de esos de dulce canción
que cobraban buenos euros por salir en la televisión.


Adiós mis ahorros, adiós,
ahora es la paga, mañana será
¿Que sabe Dios?


Todo se marcha, nada quedó
solo queda, 
tal y como dice la canción:


Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta y se quiere consumir


ya se van los invitados tú y yo nos miramos sin saber bien 


que decir

nada que 

descubra lo que siento

que este día fue perfecto 

y parezco tan feliz

nada como que hace mucho tiempo 

que me cuesta sonreír

Autor: José Vte. Navarro Rubio
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