El Emperador de los detectives soñaba
tal era su ímpetu y ganas
con ser famoso en una España
de crímenes a mansalva
y suicidas que desde los puentes se lanzaban
a los secos arroyos
de guijarros pelados
sobre el fondo de un cañón sin balas.
De estas añoranzas
el detective
vivía pendiente de descubrir
lo que pasaba
en aquel Madrid de los años 20
en que un poeta
que destacaba
porque escribía poemas
a ritmo de samba
era rechazado por los lobos
de una conocida manada
que se dedicaban
al mismo asunto
y al parecer con las mismas mañas.
Caso complicado
era este que se le había encomendado
y como si en ello le fuera
algo más que ganar una batalla
el Emperador, sin trono,
en el Madrid de los Austrias
se empeñó en descifrar aquel paragrama
que tanto pesar le causaba.
Después de preguntar
a editores de los diarios
de más tirada
y de hablar con escritores
de una u otra tendencia literaria
llegó el momento
de dar por finalizada
aquella investigación tan genuina
que tanto tiempo le llevaba
y tras dialogar
con el poeta implicado en la causa
llegó a la conclusión
que lo envenenaban
con ácido prúsico
al igual que a Edgar Allan Poe
de quien se comentaba
que fue poeta de gran talla
y romántico hasta las entrañas.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
El ácido cianhídrico o ácido prúsico es un gas tóxico cianuro que se encuentra entre los venenos más potentes y de efectos más rápidos. Fue utilizado en los campos de exterminio nazis, y en EE UU se usa en las ejecuciones en cámaras de gas
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