miércoles, 6 de marzo de 2013

LA GUERRA CIVIL DE ESPAÑA A TRAVÉS DE LOS DIBUJOS DE NIÑOS

El Confidencial, diario de información en español

142 DIBUJOS INFANTILES DE LA CONTIENDA RETRATAN EL ESPANTO DEL EPISODIO HISTÓRICO

El horror de la Guerra Civil en los ojos de los niños

El horror de la Guerra Civil en los ojos de los niños
Galería con los dibujos de los niños evacuados durante la guerra civil (SPICUM / UAM).

Bombardeos, desfiles triunfales, ciudades en ruinas, batallas y trenes llenos de evacuados. Formalmente no tienen nada que no recojan las fotografías de la época y, sin embargo, retratan la desolación de la Guerra Civil mejor que cualquier instantánea. Son algunos de los dibujos que hicieron los niños evacuados durante la contienda, hoy recopilados en El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española (1936-1939) por el profesor de Psicología Evolutiva José Antonio Gallardo de la Universidad de Málaga.
“En muchos dibujos se aprecia el impacto psicológico de las evacuaciones”, explica Gallardo a El Confidencial. “En algunos han aparecido madres llorando, víctimas tiradas por los suelos, carreras para huir de los bombardeos, maletas, hatillos y bultos transportados cuando los niños tuvieron que ser evacuados en compañía de sus familiares”.
A diferencia de las fotografías, estas imágenes también retratan a sus autores, niños de entre 5 y 15 años a quienes les tocó en suerte vivir en primera persona uno de los episodios más tristes de nuestra historia. “En ninguno de los dibujos aparece la risa, solo caras serias y desencajadas por la evacuación”, puntualiza Gallardo. “Algunos niños, los que sufrieron bombardeos de forma directa, dibujan a los personajes sin brazos o faltándoles algún detalle en la cara; esto podría indicar un trauma psicológico manifestado por la experiencia directa de estos bombardeos”.
La dimensión de estas ilustraciones no es solo emocional y el profesor pone de manifiesto su valor también como fuente documental. “Los niños de la época eran máquinas fotográficas”, sintetiza. “Reporteros de guerra que reflejaron en un simple papel lo que ellos veían sin que se les escapase un detalle”.
Gallardo pone como ejemplo el dibujo que hizo una niña de 11 años, Eloísa Díez Soto, en la colonia familiar de Puebla Larga, en Valencia.

Esta escena representa la salida de Madrid hacia la zona mediterránea. En una calle madrileña Eloísa vio un árbol tronchado por el impacto de un proyectil de artillería o de una bomba de aviación, que es idéntico al de una fotografía de la época”.
Solo del bando republicano
La mayoría de las ilustraciones que recopila el volumen –en total 142– fueron realizadas por niños desplazados a colonias francesas como Cerbere, Bayona, Perpiñán y Limoges y en otras asentadas en la zona mediterránea –territorio aún republicano–, como Valencia, Alicante, Castellón, Gerona, Teruel y Murcia.
Las obras infantiles fueron catalogadas en 1937 por José A. Weiberger, que viajó de Estados Unidos a Madrid y Valencia por encargo de la Spanish Child Welfare Association of America y la organización cuáquera American Friends Service Committe. Consiguió un millar de ellos que, después de expuestos en Nueva York en 1938, sirvieron para financiar la ayuda a la República y a sus refugiados en el extranjero.
“No he encontrado en las diversas instituciones españolas existentes a lo largo y ancho del territorio nacional dibujos de los hijos de los franquistas”, confiesa el profesor Gallardo. “Su existencia hubiera enriquecido nuestra investigación si los niños hubieran dibujado los diversos bombardeos llevados a cabo por los republicanos, como los de Ceuta y Zaragoza”.
De este modo, el rescate de estos dibujos pretende ser también un homenaje al pedagogo francés Alfred Brauner y la médica austríaca Françoise Brauner, un matrimonio de brigadistas internacionales que animaron a los niños refugiados a plasmar lo que habían visto "utilizando el dibujo como herramienta para curar los desajustes emocionales infantiles originados por el trauma de la guerra".
“Observando dibujos de otras contiendas he podido comprobar la existencia de los mismos elementos dibujados por los hijos de los republicanos”, explica Gallardo. “Aviones bombardeando, fusilamientos, grandes charcos de sangre, personas corriendo y huyendo del ataque. Los contenidos son los mismos pero con un armamento más moderno”, sentencia.
El trabajo de Gallardo tiene un precedente en el de Anthony L. Geist, profesor de la Universidad de Washington, que publicó en 1969 Deportación: el horror de los campos de concentración, un volumen que recopilaba dibujos realizados por niños judíos en campos de concentración de la Alemania nazi.
La Guerra Civil, dibujada por los niños que la sufrieron
Fotografía facilitada por la Universidad de Málaga de uno de los dibujos realizados por niños durante la Guerra Civil, en el que se reflejan los bombardeos aéreos y las evacuaciones que sufrieron. EFE





 La Opini&oacuten de M&aacutelaga

Miradas infantiles a la Guerra Civil

José Antonio Gallardo recoge en El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española 142 imágenes realizadas por niños testigos del conflicto

28.02.2013 | 05:00
En esta imagen, aviones bombardean una vivienda.
En esta imagen, aviones bombardean una vivienda.
El material fue realizado por hijos de republicanos cuando estuvieron alojados en colonias fuera del frente para recuperarse del conflicto
Todo el horror de la guerra, los bombardeos, ametrallamientos, evacuaciones, separaciones familiares, muertos y heridos, sirenas y noches en vela, quedó plasmado en una colección de dibujos hechos por niños durante la Guerra Civil española, recogidos en un libro por la Universidad de Málaga.
En algunos casos aquellos dibujos fueron parte de la terapia aplicada a los niños contra el sufrimiento que acababan de padecer, según explicó a Efe el profesor de Psicología Evolutiva José Antonio Gallardo, autor de El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española (1936-1939), volumen que contiene 142 dibujos infantiles. Los dibujos fueron realizados en colonias francesas, como Cerbere, Bayona, Perpiñán, Limoges, y en colonias asentadas en la zona mediterránea, territorio aún republicano, como las de Valencia, Alicante, Castellón, Gerona, Teruel y Murcia, según Gallardo.
El profesor aseguró que todos estos dibujos están hechos por «hijos de republicanos cuando estuvieron alojados en colonias alejadas del frente para que se repusieran física y psíquicamente del impacto de la guerra» y explicó que no ha encontrado dibujos similares hechos por niños de la zona franquista porque «la República era la que, debido a las continuas ofensivas franquistas, perdía terreno».
El volumen, que protagonizó una exposición el pasado año en el Rectorado, recoge igualmente 110 fotografías, muchas de ellas relacionadas con los dibujos infantiles, que demuestran la extraordinaria fidelidad de estos, por ejemplo en el caso de los modelos de los automóviles o autobuses en los que fueron evacuados, cuyas fotografías de modelos reales guardan un enorme parecido con los dibujos infantiles.
Estas similitudes con la realidad y el contenido histórico de los dibujos son abordados por Gallardo en el último capítulo, titulado La Cuarta dimensión, en el que trata de «identificar el hecho histórico que pretendió dibujar el niño y el lugar geográfico por donde se llevó a cabo su evacuación». También son estudiados aspectos psicológicos, como que los niños «intentaran representar varias escenas encadenadas en una sola, a la manera de narraciones gráficas, como por ejemplo la evacuación de un tren simultánea a un bombardeo, ya que primero se produce el bombardeo y después se efectúan las evacuaciones; pero el niño narra dos escenas en una sola».
Gallardo afirmó que su trabajo pretende ser también un homenaje al matrimonio constituido por el pedagogo francés Alfred Brauner y la médica austríaca Françoise Brauner, brigadistas internacionales que «utilizaron el dibujo como herramienta para curar los desajustes emocionales infantiles originados por el trauma de la guerra».
El estudio cuenta con una introducción del profesor de la Universidad de Washington Anthony L. Geist, uno de los estudiosos más destacados de dibujos infantiles hechos en tiempos de guerra, según Gallardo, quien confesó que su investigación se debe al estudio Deportación: el horror de los campos de concentración, publicado en 1969 con una serie de dibujos hechos por niños judíos.
Frente a aquella colección de dibujos de niños que fueron gaseados, pero que dejaron aquel testimonio poco antes de morir, Gallardo se preguntó si existían dibujos realizados por niños españoles hechos durante la Guerra Civil y se puso a indagar. Una serie de 35 de estos dibujos se conservan en la Biblioteca Nacional de España, pero la mayor parte proceden de las universidades estadounidenses de Columbia (Nueva York), 46 de ellos, y de la de California (San Diego), otros 41.
La explicación, según Gallardo, está en que en 1937 José A. Weiberger viajó de Estados Unidos a Madrid y Valencia por encargo de la neoyorquina Spanish Child Welfare Association of America y de la organización cuáquera American Friends Service Committe con la intención de recopilar dibujos infantiles para su exposición y venta en los Estados Unidos, y logró reunir un millar de ellos. La primera exposición, para recaudar fondos para la República española, se celebró en Nueva York en 1938 en una de las galerías más cotizadas de la Quinta Avenida y, según Gallardo, fue tal su éxito que enseguida se diseñaron otras similares.

LAINFORMACIÓN.COM

Bombardeo en Barcelona
Dibujo del catalán Antoni Farré. "Los niños no llevaron el día de su evacuación máquinas fotográficas, sino simplemente sus recuerdos y difícilmente se les escapan aspectos vistos: el árbol dibujado coincide con el árbol fotografiado que acaba de recibir el impacto de un obús artillero", apunta el profesor de el profesor de Psicología Evolutiva José Antonio Gallardo, autor de El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española (1936-1939)
Arbol tronchado
En la imagen el árbol que el niño Antoni Farré dibujó tras haber sido testigo de los bombardeos a Barcelona. (Ver primer dibujo)
Fotografía extraída del libro El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española (1936-1939)

Evacuación a Francia
La niña vasca Inés Millán dibuja su evacuación a Francia en un barco. "La madre se queda en Bilbao y la niña incluye el nombre del buque de su evacuación: Carimare", explica Gallardo. "Por este detalle sabemos que la niña realizó su evacuación el 9 de mayo de 1937. Curiosamente la niña no sabe lo que es el puente de un barco (lugar en el que se gobierna el buque) y lo confunde con un puente geográfico que lo dibuja en la escena. ¡Enternecedor!"
Submarino en el puerto de Málaga
"Jesús Ezquerra, un niño malagueño, dibuja un submarino acercándose, posiblemente, al puerto de Málaga que va a recibir el impacto directo de una bomba procedente de un trimotor franquista que podría ser un Junkers Ju-52/3m o un Savoia Marchetti SM-81 o 79", explica Gallardo.

El mismo submarino, por un ilustrador profesional
(Ver imagen anterior)
Tal y como apunta el profesor Gallardo, el submarino diseñado por el niño Jesús Ezquerra guarda un gran parecido con el realizado por un ilustrador profesional. "El submarino es idéntico al que nos ha dibujado Txema Prada, un dibujante afamado que realiza hoy muchas reproducciones marítimas y aéreas para el Ministerio de Defensa: la proa recta, la popa inclinada, la situación del cañón, etc", apunta Gallardo.
La importancia de la Cruz Roja
"La importancia que tuvo la intervención de la Cruz Roja Internacional, la ha reflejado Plácido Medrano con 11 años", explica el profesor Gallardo.
Evacuación de Madrid a Valencia
"F. Sanz reproduce una evacuación madrileña por ferrocarril hacia Valencia en la que los niños utilizan los coches de pasajeros de lujo, reservados antes de la contienda solo para el transporte de la burguesía ferroviaria. La República los decomisó para que el pueblo se aprovechara también del lujo", explica Gallardo a lainformacion.com.
Despedida y lágrimas
"Ángel Castellano reproduce una hermosa locomotora de vapor en el momento de iniciar la evacuación porque el maquinista ha accionado el silbato del que sale vapor. Los familiares y los niños se despiden, posiblemente, envueltos todos en un mar de lágrimas", explica el profesor de Psicología Evolutiva.
Evacuación protegida
"Rosario no sabe dibujar la locomotora de vapor y dibuja dos unidas en el preciso momento en que esta evacuación está supervisada y protegida por el aire por escuadrillas de aviones biplanos republicanos, podrían ser los Polikarpov I-15", apunta Gallardo. "Además, para que no halla duda de que son republicanos los dibuja con el color rojo".
Evacuación a pie
"Un niño catalán V. Martínez, de 12 años, dibuja unas imágenes dramáticas de una evacuación multitudinaria caminando por carretera intentando huir del ametrallamiento de aviones franquistas", relata el autor de El dibujo infantil de la evacuación durante la Guerra Civil española (1936-1939).
Impactados
"Este dibujo es de la colección de Ramón Soley Ceto", afirma Gallardo. "J. Alcalde  se quedó impresionado cuando su evacuación por autobús pasa por las cercanías de un aeródromo republicano, en el que hay tres Polikarpov I-15 repostando carburante y uno de ellos vigilando el espacio aéreo para neutralizar el ataque de un raid franquista".
La Guerra Civil, dibujada por los niños que la sufrieron
La existencia en el libro Deportación: el horror de los campos de concentración, publicado en 1969 que incluía una serie de dibujos realizados por los niños judíos cuando estuvieron internados en los campos de concentración nazis fue la que inspiró a Gallardo para ponerse a investigar la existencia de dibujos realizados por niños españoles durante la Guerra Civil.

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