Hilaridad incomparable,
sonrisas eternas
de esos que nos gobiernan
y piensan,
que los desahucios son legales,
que es bueno que la gente viva
en los huecos de las escaleras,
que la subida de impuestos
mala para la cesta,
es a la vez más que buena
para engordar las arcas
y con el dinero que hay en ellas
pagar lo que no está escrito en ninguna cuenta.
Carcajadas encadenadas
resuenan
en un mitin
de una ciudad cualquiera
cuando un político arrogante
que miente más que piensa
se expresa con esa soltura propia
de los que han vivido desde siempre
para ser actores de operetas.
Vocezuela de animal de caverna
miente el bellaco
mientras se arregla las melenas
para parecer menos fiera
y decir a los vientos
que se acercan,
lamiendo la tierra,
que esa letra no es la suya
y que lo de Suiza
es parte de una herencia o de una venta de cuadros
que le produjo unas buenas rentas.
Que no dimita el gobierno,
que ricen el rizo,
que mientan,
que sus desmanes y embustes se oigan
hasta en la estratosfera,
que Floriano se sacuda la lengua,
que Bárcenas escriba con nueva letra,
que Rajoy se sienta uno más en el circo donde una cabra baila sobre un taburete de madera,
que la Cospedal reinvente los contratos diferidos,
que Montoro amenace con sacar un conejo de una vieja chistera,
que todos a una inauguren las Eurovegas.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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