En la alta sierra
el guerrillero espera
del cielo venturas
para acabar bien la contienda
y del resto de mortales
que se unan a esa batalla cierta
contra un dictador
de grandes estrellas en la cabeza
y puño duro sobre la tierra.
En la sierra,
cerrada y solitaria
de presencias
que no sean
las de salvadores de una patria
pasada por armas
y muerta
a sonido de trompetas
y de decretos leyes
que mandan vivir
siempre a la espera
de que el dictador muera.
allí en la alta sierra
se sienten libres los que piensan
que la batalla no está perdida
y quizás Europa vuelva a ofrecer sus manos abiertas.
Sierras y montañas,
cumbres y laderas,
de una España sometida
donde hasta las águilas invernan
y los hombres con coraje
luchan y mueren
luciendo en la mirada eterna
libertades de las que no reniegan.
Un día cualquiera,
en un pueblo perdido
entre montañas de nieves perpetuas
suena un disparo
y cae
abatido como si fuera
una fiera
un guerrillero de esos
que se levantan soñando
con una España libre
sin más ataduras y puñetas
que las que la vida da
sin que nadie más
apriete las espuelas
y el caballo salga volando
camino de esas praderas
perdidas en el cielo
entre nubes negras.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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