ESCUELAS PIAS DE ALBACETE:
El edificio actual data de 1930 y comenzó a construirse tres años antes. Consta de una fachada y patio interior descubierto de tipo clásico y está formado por tres plantas con grandes pasillos y techos de altura inusual para los tiempos que corren. El autor del proyecto es el arquitecto local D. Buenaventura Ferrando, autor igualmente de otros edificios representativos de la ciudad con el mismo aire clásico que el del Colegio.
Al edificio original se le
añadió otro cuerpo en forma de ele guardando las alturas del primero.
Esta obra comenzó a principios de los años 40, y tras varias paradas y
reanudaciones, la ampliación se terminó en 1961 añadiéndose a la
original ele, una iglesia considerable especialmente significativa por
la altura de su torre.
En 1996 se emprendió la
construcción de un pabellón polideportivo cubierto y la construcción de
una nueva iglesia para lo que fue necesario derribar la inmensa
iglesia de los años 60, las nuevas construcciones se inauguraron en
mayo de 1998. En el nuevo templo son de destacar unas modernas vidrieras
del autor francés Henri Dechanet. Dicho artista es igualmente el autor
de un bajorrelieve de la Sagrada Familia compuesto de tres grandes
losas que presiden la pared del Presbiterio.
PLAZA DE TOROS DE SAN CLEMENTE (CUENCA):
ASILO DE ANCIANOS DE SUECA:
PASAJE LODARES DE ALBACETE:
Es una galería comercial y residencial
existente en la ciudad de Albacete. Situado entre las calles Tinte y
Mayor,
esta edificación es ejemplo de arquitectura modernista de principios del
siglo XX. El Pasaje de Lodares de Albacete es, junto al Pasaje
Gutiérrez de Valladolid, y el Pasaje del Ciclón de Zaragoza uno de los
tres únicos ejemplos de este tipo de galerías que se conservan en
España.
Fue proyectado por el arquitecto valenciano D. Buenaventura Ferrando Castells en 1925, siguiendo una tendencia que llegó a España durante el reinado de Isabel II, evolucionó durante la Restauración borbónica y alcanzó su máxima expresión en el siglo XIX por influencia del resto de Europa. Gabriel Lodares, lo mandó construir a imagen y semejanza de las galerías comerciales existentes en Italia, con pisos destinados a un público con alto poder económico, así como los locales comerciales, por lo que se planteó como un pasaje particular y cerrado, si bien es de libre paso desde el amanecer hasta el anochecer para permitir el acceso a los comercios en él situados.
Está cubierto por un gran tragaluz de cristales con arcos de hierro que une dos céntricas calles, la del Tinte y la calle Mayor. La fachada de la calle del Tinte comprende una superficie más amplia y monumental, mientras la fachada de la calle Mayor es más modesta debido a que el propietario de la casa situada a su izquierda no accedió finalmente a su venta. Debido a esto, dicha fachada es asimétrica y algunos de los locales comerciales son claramente más estrechos que el resto. En cuanto a su altura, consta de tres plantas de viviendas, además de una entreplanta con fines comerciales.
Cada extremo del local dispone de una gran puerta enrejada de hierro forjado, con un gran adorno en la parte superior en el que se leen las iniciales del nombre de Gabriel Lodares. Los locales están separados por columnas renacentistas con adornos modernistas y neobarrocas historicistas; en las fachadas se encuentran representados grandes fruteros y grupos de niños sosteniendo guirnaldas. Los herrajes del balcón principal fueron diseñados por el artesano rejero albacetense D. José Tejados. En el interior hay otras figuras alegóricas en forma de cariátides que presentan la Industria, con una rueda dentada; la Riqueza de la Tierra, portando una cornucopia; las Artes Poéticas, tocando una Lira y, por último, las Artes Liberales, sosteniendo una pequeña escultura y un martillo, todo ello se complementa con numerosas cabezas de Mercurio, dios del comercio.
Fue proyectado por el arquitecto valenciano D. Buenaventura Ferrando Castells en 1925, siguiendo una tendencia que llegó a España durante el reinado de Isabel II, evolucionó durante la Restauración borbónica y alcanzó su máxima expresión en el siglo XIX por influencia del resto de Europa. Gabriel Lodares, lo mandó construir a imagen y semejanza de las galerías comerciales existentes en Italia, con pisos destinados a un público con alto poder económico, así como los locales comerciales, por lo que se planteó como un pasaje particular y cerrado, si bien es de libre paso desde el amanecer hasta el anochecer para permitir el acceso a los comercios en él situados.
Está cubierto por un gran tragaluz de cristales con arcos de hierro que une dos céntricas calles, la del Tinte y la calle Mayor. La fachada de la calle del Tinte comprende una superficie más amplia y monumental, mientras la fachada de la calle Mayor es más modesta debido a que el propietario de la casa situada a su izquierda no accedió finalmente a su venta. Debido a esto, dicha fachada es asimétrica y algunos de los locales comerciales son claramente más estrechos que el resto. En cuanto a su altura, consta de tres plantas de viviendas, además de una entreplanta con fines comerciales.
Cada extremo del local dispone de una gran puerta enrejada de hierro forjado, con un gran adorno en la parte superior en el que se leen las iniciales del nombre de Gabriel Lodares. Los locales están separados por columnas renacentistas con adornos modernistas y neobarrocas historicistas; en las fachadas se encuentran representados grandes fruteros y grupos de niños sosteniendo guirnaldas. Los herrajes del balcón principal fueron diseñados por el artesano rejero albacetense D. José Tejados. En el interior hay otras figuras alegóricas en forma de cariátides que presentan la Industria, con una rueda dentada; la Riqueza de la Tierra, portando una cornucopia; las Artes Poéticas, tocando una Lira y, por último, las Artes Liberales, sosteniendo una pequeña escultura y un martillo, todo ello se complementa con numerosas cabezas de Mercurio, dios del comercio.
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