La vida no regala nada
y de ella no queda otra cosa que la herencia,
humo que pasa,
el miedo, la sumisión, el desprecio sobre la cara,
de los vencedores
con sus manos largas
apuntando con la vista,
señalando con sus gestos,
destemplanzas,
que ellos son los que mandan y así pagan.
En las fosas !Cuantas!
se acumulan tantas y tantas
ilusiones perdidas
que el barro es parte de la tierra sagrada
en la que se juntan lo que fuimos
y lo que nos falta,
en ellas yace el maestro que enseñaba
que con cultura los pueblos avanzan.
Paterna se alza cada mañana
con las siluetas de hojalata
de los gallos de bronce,
que cantan,
desde los altos torreones,
donde silbaban las balas,
anunciando con su voz ronca
y plumas al cuerpo pegadas
que ellos son testigos de aquellas matanzas
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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