domingo, 7 de agosto de 2016

POESÍA: DE UN REBAÑO DE OVEJAS QUE VI EN TIERRAS DE ALARCÓN

Miré la botella de orujo
de un pueblo de Cuenca,
llamado La Frontera.

El camarero
que me ofrecía el chupito,
asentía con la cabeza,
pruébelo me dijo,
y verá como no desmerece a ninguno de esos que se venden con tan buena prensa.

Lo probé
y al instante noté su presencia,
bajó como un rayo
que no cesaba,
y en ello, no obstante estaba, esa su gloría eterna.

Bueno está, contesté,
afrutado
y al mismo tiempo fuerte
como la cepa
en la cual creció la uva
y en la cual maduró entre calores y alguna que otra tormenta.

En el Restaurante de Alarcón
donde tuve esta grata sensación mística
había una gran cristalera,
balcón voladizo
sobre un precipicio con grandes peñas
y al otro lado se veía un rebaño de ovejas.

Otro dije,
y el camarero volvió a su tarea,
le agrada, me dijo,
me encantan las ovejas, le contesté.

Duro es el trabajo de los pastores,
mi abuelo trajinaba por estas sierras,
siempre con el morral a cuestas,
su casa era un cubo
y mi abuela su parienta,
solo la veía para cuando se procreaban a los hijos
en los otoños,
en camastros de paja, de tela de saco las fundas,
para cuando las ovejas descansaban en las parideras.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...