Entre huertas y cubos
en la Manchuela llegas
a Casas de Benitez
el río Júcar en ellas
juega, niño a gatas, a esconderse entre las peñas.
Molinos con grandes muelas
en ellos la harina era
tan blanca como la nieve en las incipientes primaveras.
Lento camina el río
sus aguas suenan
a cánticos de iglésía
para cuando en fiestas
se alzaban las voces y cantaban ellas.
Tantos y tantas
las casas y sus aldeas
que por su término se desparraman como si fueran
higos colgando de las ramas de las higueras.
Yo me quedo
con la del Huerto de Don Juan
y con la Cueva
de Doña Catalina donde Santa Teresa,
camino de la Jara con Dios a cuestas,
descansaba ella..
Fiestas las hay
ellos los santos
de verbena
san Isidro
y San Gines
la iglesia
destaca por sus sillares
de buenas losetas,
bóvedas de lunetos y portadas tan excelsas
que san Pedro en la Gloria tiene envidias de ellas.
En la Losa y el Carmen
hay tantas piedras
labradas con esmero propio de canteros duchos en ennoblecer las piedras,
tal y cual se cuenta
camarines y capillas, pilas y porches se alzan en mitad de la llanura manchega.
en la Manchuela llegas
a Casas de Benitez
el río Júcar en ellas
juega, niño a gatas, a esconderse entre las peñas.
Molinos con grandes muelas
en ellos la harina era
tan blanca como la nieve en las incipientes primaveras.
Lento camina el río
sus aguas suenan
a cánticos de iglésía
para cuando en fiestas
se alzaban las voces y cantaban ellas.
Tantos y tantas
las casas y sus aldeas
que por su término se desparraman como si fueran
higos colgando de las ramas de las higueras.
Yo me quedo
con la del Huerto de Don Juan
y con la Cueva
de Doña Catalina donde Santa Teresa,
camino de la Jara con Dios a cuestas,
descansaba ella..
Fiestas las hay
ellos los santos
de verbena
san Isidro
y San Gines
la iglesia
destaca por sus sillares
de buenas losetas,
bóvedas de lunetos y portadas tan excelsas
que san Pedro en la Gloria tiene envidias de ellas.
En la Losa y el Carmen
hay tantas piedras
labradas con esmero propio de canteros duchos en ennoblecer las piedras,
tal y cual se cuenta
camarines y capillas, pilas y porches se alzan en mitad de la llanura manchega.
Autor: Jose Vicente Navarro Rubio.
La Manchuela Conquense se encuentra en el sudeste de la provincia de Cuenca. En la zona de contacto entre el Sistema Ibérico y las llanuras de la sub-meseta Sur en la región ligeramente alomada que forma parte de la comarca natural de la “Manchuela”, compartida por las provincias de Albacete y Cuenca, situada entre los ríos Júcar y su afluente el Cabriel (denominada por algunos como la Mespotamia de la Mancha).
Cartográficamente la zona está limitada por las siguientes coordenadas geográficas 1º30’00’’ y 2º15’00’’ de longitud oeste y 39º47’16’’ de latitud norte.
La Manchuela Conquense, en el ámbito de aplicación de los programas de desarrollo rural, engloba 33 municipios de la provincia de Cuenca en una extensión total de 2.601,29 Km2: Alarcón, Almodóvar del Pinar, Buenache de Alarcón, Campillo de Altobuey, Casas de Benítez, Casas de Guijarro, Casasimarro, Castillejo de Iniesta, Enguídanos, Gabaldón, Graja de Iniesta, Hontecillas, Iniesta, Ledaña, Minglanilla, Motilla del Palancar, Olmedilla de Alarcón, Paracuellos de la Vega, El Peral, La Pesquera, El Picazo, Pozoamargo, Pozorrubielos de la Mancha, Puebla del Salvador, Quintanar del Rey, Sisante, Tebar, Valhermoso de la Fuente, Valverdejo, Villagarcía del Llano, Villalpardo, Villanueva de la Jara y Villarta) que se corresponde prácticamente con la totalidad de la comarca agraria de la Manchuela en la provincia de Cuenca.
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