¡Ay Mahora y tus norias,
ay con tu raíz!
y con ello el perder la N
que te daba lustre
y aguas mil
por la M gloriosa casi de Madrid
y así algunos quererte sin querer convertir
en aquello de taberna de servir.
Hablar de cerámica
por aquí
es así
como en la Roma antigua
hablar el latín
Del bronce
a la íberica
y de aquí
a esa campanienes
con el matiz
de los desengrasantes
propios de las tierras que hay por aquí
En la casa de la Matosa y Villaralfo
y en una calle
que se vino a abrir
se encontró tanta cerámica
que sirve para decir
que sobre un cementerio romano
¡Válgame Dios, a mi!
Mahora se vino a construir
Tanta historia parece no tener fin
vayamos pues al grano
no sea caso
que no podamos terminar de construir
este poema
este poema
que se me acaba de ocurrir.
La Asunción de Nuestra Señora
es su iglesia
yendo así
se puede ver
con luz propia o de candil
que desde el gótico
al renacentista,
con estos estilos
se vino a construir
se vino a construir
a fuerza de años
y de sufrir
¿que más pedir?
Chuzos, hornos y cucos
son
por decirlo y no repetir
un ejemplo a seguir
en aquello que nuestros antepasados
han dejado por aquí.
Ay, jueves landero,
vuelve
y así
comeremos esas tortas
con huevos y chorizos
regadas con vino
a mi el tinto,
para mí
que ya llegará San Isidro
es un decir
que entre romerías
y carrozas se olvide uno
hasta de volver
al lugar desde donde tiene otra vez que partir.
Con tanta historia
Manueles
y Pachecos
Alarcón
y casi París
entre esplendores que no dejan al sol relucir,
convento de franciscanos,
torre con milanos,
palacios
y casas de servir
uno da por cerrado esta historia
y si alguien la quiere repetir
tenga bien en cuenta
que uno que es de La Mancha
se despide
sin pedir
otra cosa que no sea,
si acude por allí,
una torta y vino
con que poder decir
que a la salud de todos
así bien servido,
mesa, cuchillo, servilleta y casi mandil
se puede vivir.
mesa, cuchillo, servilleta y casi mandil
se puede vivir.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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