POESÍA: SOBRE CULLERA EN VEZ DE UNA MEDUSA PASÓ UN HURACÁN

EL Medusa por  Cullera

como si fuera gran tormenta
va a pasar.

Sobre el lugar 

donde las huestes de Atila

van a acampanar,

parece que la batalla al final

la ha perdido

quien la tenía que ganar
el civismo y la urbanidad.

Sobre la arena del lugar

se ve de todo aquello que en un estercolero se puede uno encontrar

plásticos imposibles de reciclar pululan

y pulularán

a sus anchas

como los barcos en alta mar

en su temporada

la de la merluza y el calamar.

Hamacas y sillas que sirvieron para descansar

son ahora 

estatuas inmóviles

que parecen esperar

a quien hasta hace poco las uso para descansar.

Por encontrar se puede ver sobre el lugar

tapas de móviles,

prospectos de alguna pasajera enfermedad,

zapatillas

en una gran gama y variedad

desde las chanclas playeras

a las deportivas

pasando por las de pasear,

todas ellas han quedado sobre el lugar,

buena muestra son de lo mucho que se va a danzar.

Hablamos es en ello necesidad

de las botellas de plástico,

agua, zumo, reconstituyentes,

desperdigadas están

y en su ubicación original

señalan

donde las huestes tuvieron acampada

y cual fue el circuito original de entrada y salida

del lugar.

Compresas con alas
y sin alas
algunas casi a punto de volar
y otras sobre la tierra
marcando
¿que marcarán?

Hay vidrio de todos los colores

y botellas

vacías que van

desde el coñac,
al ron
al whisky,
a la ginebra,

al vino,
al zumo
al champáñ

pasando por otras variedades

que a saber Dios de donde vendrán.

Es verdad
que por la tipologia de  las bolsas
que yacen sobre la arena 

podemos saber 

donde los campistas

van a comprar.

Al parecer se lleva la palma
 Mercadona

con tienda cerca del lugar

y por detrás
Comsum
y más atrás
Lider

y así también
Vidal
y otras sin marca
que les pueda identicar
aunque por su textura y color
 delatan
lo que en su interior pudieron albergar.

Hasta algún cubo se ve
y en su ineterior
signos visibles
de  vómitos y defecación,
explosiva cagá,
¡espectacular!
Fácil es en mitad de la troná
pantalón hasta las rodillas
y zás,
lo del papel higiénico da igual
el movimiento de la música
pone cada cosa en su lugar.

Todo es tan original

que la vida misma

al pasar cerca de tamaña barbaridad

le dice a uno

que son tiempos de caminar

cara al mar

no fuera el caso

que nos quedáramos estancados

y nos hiciera falta ayuda
de la policía municipal

para sacarnos en volandas

y dejarnos en lugar firme
a salvo 

de esa gran cantidad  de objetos
abandonados

por falta de urbanidad.

Con su agosto asegurado

las gaviotas planean

con esa la suya
y
reconocida sagacidad

y se lanzan,
da gusto verlas  sobre la cabeza rasear
con las garras en posición de pescar
 todo aquello que huele a carroña
de origen vegetal o animal.

Saben las gaviotas
así de animadas están
que se deben de espabilar
pues por detrás
perros abandonados
algún que otro gato
y ratas de alcantarilla
pocas de marjal
vienen y vendrán
en esta noche cerrada
con nubes que avisan quizás lluvia a buen caudal.

Sobre un cielo azul

se han comenzado a desmontar

las tiendas,  las vallas, el escenario

y tantas cosas más

que es imposible imaginar

de no estar sobre el mismo lugar

lo que las hordas de Atila,
clanes y tribus sin identificar,

son capaces de desplazar.

Mañana, Dios dirá
y al año que viene más

Autor: José Vte. Navarro Rubio