Es simplón,
ni malo ni bueno
hace todo aquello
que le dictan desde dentro.
Tiene en ello
dotes
y se sirve de ellos
para hacer del tiempo
el mejor de los aliados
que necesita cualquier memo
para que se diga de él que es bueno.
Se sirve de la voluntad
de un buen pedazo
de terreno
para cultivar en él
todo aquello
que solo sirve
para que tenga hambre el pueblo.
Busca,
siempre está atento
a pasar desapercibido
y a que un grupo de adictos a sus rudimentarios sacramentos
digan por él
todo aquello
que solo es propio de un sinvergüenza que nos toma el pelo.
Póngale nombre
a este elemento
y hagan el esfuerzo
al menos
de ser sinceras o sinceros.
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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