Es bajo la sombra del castillo
a un paso estoy
del camino que me llevó
hacia lugares concretos
que nunca un niño pensó.
El camino atraviesa
el seno,
corazón,
de La Mancha
llamada
de Montearagón.
Soldados de metal
en las almenas
vio
aquel niño
que por el Castillo pasó
camino de otras tierras
hacia lugares concretos
que nunca un niño pensó
Con el barro
de una rambla
con la arcilla
que un alfarero en sus manos calentó
hacia el niño soldados
que dormían junto a su corazón.
Las llamas de una chimenea,
en ella carbón,
por el cielo humo
y en la noche que llegó
fantasmas con cadenas
recorrían la habitación
donde un niño soñaba con ser el señor
de aquel Castillo mellado
que junto a un camino un día vio.
Trabaja en el campo el pastor,
las ovejas miraban,
ladraba un perro atento a la voz
de quien siendo su amo
un día soñó
con ser señor del castillo
y a la vez pastor
de ovejas pastando
junto a un camino que lleva a la ciudad que se comió
todas las ilusiones de quién un día de su pueblo
siendo un niño se marchó
Autor: Jose Vte. Navarro Rubio
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