Fue la corriente
el globo que volaba
la última gota de su presencia
en los ojos lagrimas
y en el alma penas,
ella asumió lo que era,
madre, hija, nieta y abuela.
Se abrieron las puertas,
de par en par todas ellas
y salió el aire
una corriente que llevaba en su interior
en la casa abandonada
sombras etéreas.
Autor Jose Vte. Navarro Rubio
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