Se dio la entrada a una poesía nueva
y se hizo con la certeza
de que hay un antes que aprieta
y un después, casi horno,
en el que se caldean las ideas.
Bien calientes brotan rosas
y amapolas,
claveles y azucenas,
claveles y azucenas,
solo falta,
este es el ojo del poeta,
en hacer los ramilletes
de una forma homogénea.
Con el mismo peso,
con diferentes apariencias,
el poeta escoge los colores,
los olores los mezcla
y así el ramo se pone a la venta.
Dependiendo de los gustos,
los poemas, son esos ramos
con los que envolver las ocasiones de alegrías o de tristezas.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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